El Sí obtuvo una clara victoria luego de finalizado el escrutinio tras el histórico referéndum en Irlanda sobre la liberalización del aborto.
El 66% de los 2,1 millones de irlandeses que votaron se mostraron partidarios de derogar la octava enmienda de la Constitución irlandesa que prohibía la interrupción voluntaria del embarazo, una decisión histórica en un país con fuertes raíces católicas.
"Maravilloso, maravilloso, es un día maravilloso", dijo Eileen Shields, que llevaba puesto un prendedor en el que se leía "Hicimos historia". Shields recuerda que se vio relegada por sus amigos y la Iglesia cuando quedó embarazada de adolescente, hace 46 años, sin estar casada.
"Estoy aquí porque tengo 65 y en 1972 Irlanda no era un buen lugar para vivir con 18 años, embarazada y librada a una misma", dijo a la AFP delante del Castillo de Dublin donde los militantes proabortistas festejaban la victoria luego de anunciados los resultados oficiales.
Previamente el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo este sábado que el sí constituía "la culminación de una revolución tranquila".
"El pueblo ha dicho que queremos una Constitución moderna para un país moderno, que confiamos y respetamos a las mujeres para tomar las decisiones correctas sobre su propia salud", añadió.
La legislación irlandesa sobre la interrupción voluntaria del embarazo es actualmente una de las más restrictivas de Europa, junto con Irlanda del Norte y Malta.
Estos resultados definitivos se dan a conocer tres años después de la legalización, también mediante un referéndum, del matrimonio homosexual, que ya provocó un sismo cultural en este país de 4,7 millones de habitantes.
Varadkar ha prometido redactar un proyecto de ley de aquí al verano (julio), para su aprobación antes de fin de año por el Parlamento, donde el texto debería ser adoptado sin dificultad, pues los líderes de los dos principales partidos de la oposición, Fianna Fail y Sinn Fein, apoyan la reforma. El gobierno se reunirá el martes.