Una modelo británica mostró con orgullo cómo el sistema público de salud de Cambridge, en el Reino Unido, le reconstruyó el cráneo con la ayuda de una impresora 3D.
Francesca Burr, de 28 años, sufrió una serie de episodios con convulsiones en 2016 y durante uno de ellos se cayó por las escaleras y se fracturó el cráneo, incluidas la nariz y la mandíbula, lo que le dejó un hematoma en el cerebro y la cabeza deforme.
Cuando se despertó tras el incidente, que ocurrió en noviembre del año pasado, la modelo no recordaba ni quién era su novio, ni cuál era su segundo nombre, ni siquiera el divorcio de sus padres.
Los recuerdos volvieron de a poco pero el aspecto de la mujer fue más difícil de rehabilitar: los médicos usaron una impresora 3D para reproducir una placa de titanio que le implantaron en enero de este año para completar su cráneo.
Burr estuvo un mes en coma inducido hasta que los médicos decidieron despertarla y aún así se sentía como un Frankenstein, "lo que es gracioso porque me llamo Francesca", según aclaró al sitio Daily Mirror.