Son recordadas las escenas de besos que quitan el aliento, uñas en la espalda y de la ropa que va cayendo lentamente en una danza sensual. Pero, en la vida real, los encuentros sexuales no siempre son así.
Por allí dicen que en la cama todo se permite, siempre y cuando ambos estén de acuerdo y estos algunos directores han mostrado otras aristas del sexo, provocando y rompiendo las normas sociales.
Estas son algunas de esas escenas polémicas que muestran el erotismo en su máxima expresión.
En este film, Maggie Gyllenhaal interpreta a una secretaria que inicia una aventura amorosa con su jefe (James Spader) y en esta escena en particular, inicia la historia de amo-sirviente y se nota cómo la chica disfruta lo que ocurre.
El film se centra en el párroco Grandier y cómo complace su lujuria, las escenas más controversiales no lo involucran.
En este caso se muestra la “Violación de Cristo” en la que un grupo de monjas se masturban con una estatua gigante de Jesús crucificado, finalizando con una orgía desbocada.
El incesto es uno de los mayores tabúes de nuestra cultura y aunque no es la primera vez que se retrata en la pantalla grande, sí que llama la atención cuán gráfico se mostró en Savage Grace.
En esta película, una mujer, Julianne Moore, se vuelve emocionalmente inestable al perder a su esposo, e inicia una relación sexual con su hijo (Eddie Redmayne). La escena que trastorna a la audiencia se lleva a cabo en un sillón. ¿Alguien necesita terapia?
Basada en la novela homónima de J.G. Ballard, Crash nos presenta una notable forma de parafilia: la mecafilia. En este caso, los protagonistas obtienen placer sexual en autos y tras accidentes ocurridos en estos.
Una escena notable en ésta, en la que Gabrielle seduce a James, llevándolo a ver autos. De alguna manera, el dependiente termina tocándole las piernas a la chica, lo que la excita y lleva a tocar sugestivamente a su acompañante.
Una joven cree que su padre intentó violarla y se suicida. El padre jura venganza contra el hombre que supuestamente “intentó violarla”. Secuestra al joven y lo convierte en mujer.
Padre y ahora mujer tienen una extraña relación hasta que un día, se van juntos a la cama.
Si bien la escena no es de la más fuerte, si la situación: Hombre con mujer con la cara de su ex (que era hombre y que supuestamente abusó de su hija).
El año era 1972 y Bernardo Bertolucci impactó a la sociedad de la época con esta historia protagonizada por Marlon Brando y Maria Schneider, quien no tuve palabras dulces para el director luego de la película.
Algunas de las escenas más recordadas y transgresoras incluyen a Schneider "metiendo" sus dedos a Brando o cuando este le hace prometer a su amante que tendrá sexo con un cerdo.
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