Curiosidades

Las 10 reacciones que tendría tu cuerpo si viajaras al espacio

Los astronautas tienen que usar pañales y si lloran no pueden ver porque las lágrimas no abandonan los ojos.

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Redacción ElNueve.com
23 de junio de 2017 | 20:53

Pocas son las personas que no tienen como sueño viajar al espacio y navegar por las estrellas desafiando las leyes de la gravedad.

Pero ¿has pensado cómo puede reaccionar tu cuerpo si tienes la suerte de subirte a un trasbordador?

Según los estudios realizados por la NASA, el cuerpo humano experimenta cientos de reacciones, incluso pudieron comprobarlo con los gemelos Kelly, ambos astronautas. Scott viajó en marzo del 2016 en misión experimental mientras su hermano permanecía en la tierra.

Scott volvió después de un año con síntomas que podrían detonar el estrés por el viaje, midiendo 3,8 centímetros más y, lo más llamativo es que  sufrió variaciones en los telómeros, que son los extremos de los cromosomas y podría haber alargado su vida.

Pero además, si vos viajaras al espacio tendrías estos síntomas:

  1. Orina súbita: En la tierra cuando la vejiga se ha llenado a 2/3 de su capacidad ya estamos buscando desesperadamente un baño, pero debido a la gravedad 0 del espacio la vejiga puede alcanzar su capacidad máxima sin avisar. Esto ha causado que la orina salga sin previo aviso. Por eso los astronautas usan pañales para adulto, que luego vacían y reciclan para hacer agua.
  2. Eructar = vomitar: lo normal sería que el gas que se produce en nuestro estómago, al descomponerse los alimentos, se eleve y salga en forma de eructo, pero en el espacio se queda en el estómago. Cualquier intento de eructar puede provocar vómitos. Esta es una de las razones por las que la NASA no permite bebidas carbonatadas como refrescos o cerveza en el espacio.
  3. Sudor en bolitas: A gravedad 0 la capacidad natural del cuerpo para reabsorber el calcio en los huesos no funciona, los músculos también se atrofian debido a que no los está usando mucho. La solución es dedicar un par de horas diarias al ejercicio. Y aquí el detalle pues este se pega alrededor del cuerpo en gotas, una toalla será suficiente para quitarlas y luego usarlas como fuente de agua.
  4. Ojos inundados: Al astronauta de la EEI Andrew Feustel, en 2011, durante una caminata espacial de siete horas se le llenaron los ojos de lágrimas y no podía ver, ya que las lágrimas se acumularon en sus ojos. Feustel tuvo que rascarse el ojo en un dispositivo que se utiliza para proteger la nariz durante los ajustes de presión.
  5. Obstrucción de mucosa: la gravedad también se encarga de que el moco que producimos se vacíe a través de la nariz y los desagües en la garganta. Por lo tanto, en el espacio, la materia pegajosa se amontona dejando los síntomas de un resfriado leve (dolor de cabeza, congestión nasal, una disminución del sentido del olfato y el gusto). Claro que los astronautas se las ingenian y para remediar este mal usan la salsa caliente y otros alimentos picantes.
  6. Desorientación: el utrículo y el sáculo usan pelos sensoriales en una capa de membrana, cuando nos inclinamos más, los cambios de la membrana, y la curva pelos nos informa del cambio en el equilibrio. Pero en ambientes de ingravidez no hay razón para que la membrana cambie. Esto desencadena lo que se conoce como Síndrome de Adaptación del espacio (malestar incapacitante, náuseas, dolores de cabeza, vómitos y demás).
  7. Hadas de luces: En el Apolo 11, en 1969, se informaba que los astronautas veían destellos brillantes de luz en la oscuridad cuando sus ojos estaban cerrados. Aunque no se sabe a ciencia cierta lo que desencadena tal reacción, se sospecha que es causada por rayos cósmicos de alta energía procedentes de más allá del sistema solar. Científicos de la NASA sospechan que el fenómeno de luces de colores es causado por los rayos cósmicos que pasan directamente a través del párpado para golpear a los fotorreceptores.
  8. Cerebros sangrientos: Suena cruel, pero esto se refiere a que el flujo de sangre del cuerpo se interrumpe, la sangre fluye hacia la parte superior del torso. Esto provoca la hinchazón de los vasos sanguíneos de la cabeza y el cuello y la cara se ve hinchada. Los astronautas lo llaman “Cara de luna llena”, al parecer pasan unos cuatro días antes que el sistema circulatorio se adapte. Aunque en realidad la hinchazón desaparece completamente hasta que vuelven a la Tierra.
  9. Agotamiento: De acuerdo a Popsci, la Estación Espacial Internacional orbita la Tierra cada 90 minutos, lo que significa que cualquier persona a bordo ve 16 amaneceres y puestas de sol cada 24 horas. Esto desequilibra el ritmo circadiano. En promedio, los astronautas duermen dos horas menos por noche, esto los pone en un estado perpetuo de desfase horario, lo que puede llevar al agotamiento, el aumento de la irritabilidad, y la disminución de los tiempos de reacción y la concentración.
  10. Miembro fantasma: La tensión que experimentan las articulaciones por la atracción de la gravedad informa al cerebro la ubicación de sus extremidades. Sin esa tensión en gravedad cero, la tendencia de las extremidades es flotar en posiciones inesperadas. Muchos de los astronautas de Apolo hasta la actualidad se han despertado sobresaltados por la mano de alguien en su cara, sólo para darse cuenta que es su propia mano.

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