La Voz Argentina: jurado trató de convencer a un participante con la historia de su abuelo y le salió mal

El Big Show de la televisión argentina da para todo. En una de las audiciones a ciegas de este lunes Montaner contó la historia familiar de su abuelo Laurentino, quien enamoró a su abuela tocando la guitarra desde arriba del caballo. "Mi abuelito nació en Zárate, mi abuela vivía en Campana, mi abuela era gallega, vino en barco; mi abuelo iba en caballo a visitar a mi abuela. La enamoró desde el caballo tocando la guitarra", declaró el artista.

Esta estrategia de poco le sirvió al intérprete de Déjame llorar, pues el participante, oriundo de la localidad de Zárate, provincia de Buenos Aires, decidió irse con La Sole. 

Javier Sosa cautivó a Montaner y La Sole con su interpretación. "Hay que animarse a hacer una versión de Mediterráneo", dijo la folclorista. 

Cuando la música de Arequito le preguntó sobre los temas que elige para interpretar, el participante contestó que, "generalmente agarro canciones que me han atravesado a mí en la vida, como Mediterráneo, y trato de encontrarme yo en la canción". 

"Quiero felicitarte, porque el desparpajo y el hecho de no cambiar uno, a pesar de lo que propone, es para mí un valor que es fundamental en un artista", sostuvo la cantante cuyo sello de distinción es el revoleo del poncho.

Cuando el momento de elegir camino llegó, Javier comenzó diciendo: "Creo que nos une Zárate con Ricardo...". Montaner, tratando de contener la emoción le pedía desde la silla, "termina de hablar, termina de hablar..."; y fue entonces que surgió el temido "pero". Al que Montaner, haciendo un acting digno de un Oscar agregó: "Se va con Sole, que ella nunca en su vida entró en Zárate. Ella pasa", en referencia a lo que la folclorista comentó previamente, que ella pasa todos los días cuando viaja de Arequito a Capital Federal.

Cuando Javier finalmente soltó las palabras, "me voy a quedar con La Sole", la cantante pegó un grito de emoción y abrió sus brazos demostrando su sorpresa. "Pensé que se iba con vos, te lo juro", le dijo a Montaner mientras se paraba para acercarle el poncho, sello de su Team al nuevo miembro de su equipo.

Por cuestiones de la vida Javier no tuvo la posibilidad de desarrollar su pasión como modo de vida. "Mi vida se detuvo cuando terminé la secundaria y de repente tenía que arrancar de cero, digamos", contó en la entrevista con Marley previo a subirse al escenario de La Voz Argentina.

Es que Javier perdió a su papá apenas dejaba el colegio secundario, y cuatro meses más tarde sería su madre la que moriría dejándolo a él y a su hermanos huérfanos. "Fue un proceso muy difícil en donde el sueño de la música quedó en stand-by", confesó el participante. 

Ahora ya como parte del programa, Javier tendrá la posibilidad de hacer lo que ama, y que por tantos años tuvo que postergar.