La Suprema Corte de Justicia condenó a los propietarios de una estación de servicio a indemnizar a una extrabajadora por obligarla a usar calzas como uniforme, hace más de ocho años.
De esta manera, una estación de servicio de Guaymallén deberá indemnizar a una trabajadora por obligarla a usar una calza como uniforme.
La prenda que le imponían como uniforme era, incluso, un talle menor al suyo.
La mujer fue despedida en 2013 por negarse a usar esa vestimenta, y aunque fue indemnizada inicialmente, recurrió a la Suprema Corte por considerar que fue víctima de un trato discriminatorio. El Alto Tribunal le dio la razón casi ocho años después.
Así como la demandante, muchas mujeres padecieron estas mismas exigencias durante varios años y tras un trabajo entre el sindicato y las cámaras empresariales; más allá de la deconstrucción social y el repudio social a las prácticas machistas; este tipo de requerimientos laborales en el sector se dejaron en el olvido.