Este martes se entregó Kosaka Kumiko, la monja del instituto Antonio Próvolo que estaba prófuga de la Justicia desde el 31 de marzo.
La monja se presentó en una comisaría de Buenos Aires junto con su abogada
La religiosa que fue señalada, en un primer momento, como cómplice de los abusos denunciados, ya que una denunciante acusó a Kumiko de haberle colocado un pañal para ocultar el sangrado consecuencia de una violación que habría sufrido.
A esto se suman testimonios posteriores que afirman que Kumiko maltrataba físicamente a los alumnos e incluso participaba de los vejámenes denunciados.
Por lo que el fiscal Gustavo Stroppiana, a cargo de la investigación, libró hace poco más de un mes un pedido de captura nacional e internacional.
Este martes, mientras se efectuaba una nueva cámara Gessel, en la que un joven de 16 años declaró haber sido abusado sexualmente hace diez años atrás por el cura Horacio Corbacho y agredido físicamente por la monja Kumiko y el cura Nicola Corradi, la Unidad Fiscal Luján Maipú recibió la noticia de que la religiosa se había entregado.
Sin embargo, hasta el momento Stroppiana no recibió la notificación formal. Se estima que mañana miércoles se logre avanzar con los aspectos formales para proceder, luego, su traslado a nuestra provincia.
Kosaka Kumiko era quien se encargaba de cuidar a las niñas en el albergue, donde se alojaban las estudiantes que vivían lejos y por eso se quedaban de pupilas, y será imputada por abuso sexual agravado y corrupción de menores, el mismo delito que hoy enfrentan los cinco detenidos en el Caso Próvolo.
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