Por Maida Narvaez
Se llama Sam, el perro que fue encontrado al costado de una ruta de Mendoza y que volvió de una muerte segura. Se lo encontró totalmente paralizado, pero tras ser rescatado pendiente de un hilo pudo volver a vivir.
Muchas veces las mascotas pasan a formar parte de nuestras vidas como un integrante más de la familia, pero otras veces estos seres son echados a su suerte. De esto se encarga Carmen Díaz de rescatar animales en estado de abandono y darles una nueva oportunidad de vivir.
Era un día cualquiera cuando dos jóvenes pasaron por la Ruta 13 que conduce hacia Uspallata. De pronto escucharon un pequeño grito, un tenue aullido que venía de un costado de la calle. Frenaron sus bicicletas y ahí estaba Sam, un pequeño perro totalmente abandonado en pleno campo.
“Digo que volvió de una muerte segura, porque si no pasaba Pablo y su amigo en bici por el lugar, hoy no estaría vivo. Sintieron algo parecido a un grito, se detuvieron y lo buscaron entre los arbustos. Sam iba a morir lentamente, sin agua y comida. Le esperaba una muerte muy cruel”, contó Carmen.
Ahí fue cuando el trabajo de Carmen empezó. “Fue un rescate muy fuerte, me impacto en todos los aspectos porque ver un ser con capacidad de sentir, de sufrir y verlo en esa instancia tan cruel, tapado con cartones, casi escondido y sin poder moverse fue una realidad muy dura que me tocó vivir”, confesó.
A Sam lo encontraron en muy mal estado, se encontraba totalmente paralizado, no podía mover la cabeza “para darle agua teníamos que levantarlo”, recordó la mujer sobre aquel momento. El perrito también fue diagnosticado con dos graves enfermedades: erliquiosis, la enfermedad que trasmite la garrapata infectada y Babesia.
“Su recuperación fue larga a tal punto, que llegaron los 20 días y no caminaba, más allá de masajes constantes en diferentes partes de su cuerpo. Lo sacaba a tomar sol y ahí lograba que hiciera pis y popo. Hasta que lo llevamos a hacer rehabilitación. Recién camino pasando el mes”, expresó Carmen sobre todo el camino que recorrieron juntos.
Fueron noches enteras las que ambos pasaron en su casa con constantes masajes y cariño, con la esperanza de verlo recuperado. “Fue un rescate muy fuerte, me impacto en todos los aspectos porque ver un ser con capacidad de sentir, de sufrir y verlo en esa instancia tan cruel, tapado con cartones, casi escondido y sin poder moverse fue una realidad muy dura que me tocó vivir”.
“Por suerte se cruzó en mi camino y estaba dispuesta a todo por salvar su vida. Hasta que me despertara hasta 5 veces por noche para darlo vuelta y masajearlo”, contó la rescatista de animales y contó que toda su recuperación se trató de una montaña rusa, ya que sufrió una hemólisis y justo el día que comenzaba rehabilitación se pudo poner de pie.
“Me sorprendió su garra y su fuerza que muchas veces los Animales Humanos no la tenemos. Han pasado 7 meses desde aquel día. Hoy está totalmente recuperado, aún sigue en casa. Tiene una vida tranquila como se merece, después del infierno que vivió. Sam es un ser resiliente que peleo una batalla día a día y la ganó”.
Sin embargo, el pequeño Sam aún busca una familia que pueda brindarle todo el amor del mundo y que lo cuide como un integrante más. Si bien la semana que viene se va a un hogar, aún mantiene la esperanza de encontrar una casa permanente.
“Con respecto a los gastos de su tratamiento fueron cubiertos con las ganancias del libro "NO TE SUELTO LA PATA" Rescatando seres sintientes y colaboraciones de la gente y mía porque se trató de un tratamiento largo”, expresó Carmen quien es autora del mismo.
El 29 de septiembre la mendocina, Carmen Díaz, presentó su libro “No te suelto la pata, rescatando seres sintientes”.
“La intención de escribir “No te suelto la pata, Rescatando seres sintientes” fue para crear más sensibilidad, más conciencia, abrir las cabezas de esos seres que aún creen que están hechos de piedras” se explayó la escritora.
“Es un recordatorio para aquellos que los abandonan enfermos en lugares inhóspitos para que mueran lentamente de sed y hambre o que los dejan morir en los fondos de las casas o los tiran enfermos a la calle”, contó Carmen.
El libro está compuesto por 18 historias reales de perros rescatados del peor abandono. Y esto es solo una pequeña parte de las situaciones con las que Carmen se ha encontrado, ya que no le daba el presupuesto para incluirlas a todas en su libro.
"Mis comienzos como rescatista fue hace muchos años cuando llego Blakie a mi vida. Lo disfruté solo 5 años, pero dejo grandes enseñanzas para mi posteridad. Ella despertó una sensibilidad especial por estas criaturas y que aún conservo", contó Carmen al nueve.com. Y agregó "De alguna forma Blakie fue quien me impulso a seguir por este camino".
“Si tuviera que hacer hincapié en alguna de esas historias sería la de DUKE quien fue apaleado por chicos de entre 12 y 13 años con una violencia incontrolable”, relató la escritora mendocina sobre uno de los perros a los cuales rescató y sin lugar a duda donde todas las historias comenzaron.
“Si bien en Argentina existe la ley 14.346 que los ampara, consideró que ha quedado obsoleta, las penas son muy exiguas. La mayoría que estamos en defensa de los animales pedimos cambios rotundos en algunos artículos. Las penas deberían ser mayores para los que cometen delitos”, concluyó Carmen Díaz al recordar la normativa que rige en el país.
La mendocina rescatista de perros ayuda incansablemente todos los días a estos seres que no se pueden expresar con su propia voz. Estos seres que muchas veces son víctimas de las peores crueldades.
El libro aún sigue disponible y la ayuda de Carmen también, cualquier persona se puede comunicar con ella al 2613478319.
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