Laura Muñoz saltó a la fama hace algunos años cuando denunció que su ex marido, Alejandro Vandenbroele era testaferro de Amado Boudou en el caso de la calcográfica Ciccone.
En la mañana del viernes, la Justicia detuvo en su departamento de Puerto Madero, al ex vicepresidente por lavado de dinero.
La ex de Vandenbroele en diálogo con Noticiero 9, señaló sobre la detención de Boudou que “es un paso más hacia un país normal donde la justicia avanza e investiga” y agregó que es muy importante que “lo que roben estén presos y más aún si fueron funcionarios públicos”.
Sobre los trastornos que le generó haber denunciado a su ex marido y al ex vicepresidente relató que vivió un calvario y “siete años muy duros” pero argumentó que con el cambio de Gobierno su “bienestar” y “situación personal cambió”.
En ese sentido, Muñoz acusó a la Justicia mendocina de muy condescendiente con el Gobierno Nacional anterior y que cuando ella realizó las primeras denuncias temió por la custodia de sus hijos y hasta por la integridad física de ella y los chicos.
Muñoz retomó sus dichos sobre la causa Ciccone y repitió que Vanderbroele y Boudou se conocía de Mar del Plata, a través de unos familiares lejanos y que el ex vicepresidente lo llamó para realizar lo de la calcográfica porque necesitaba un abogado de confianza.
La mujer aclaró que Vandenbroele continúa viviendo en Mendoza, nombró un barrio privado de Luján de Cuyo y, además, se mostró muy molesta con el intendente de ese departamento porque argumentó que la mujer de De Marchi, Fernanda Manitta, es la abogada de Vandenbroele.
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