Para tener en cuenta

La dieta de Harvard para adelgazar de manera definitiva

Los expertos indicaron que este plan alimenticio suprime la sensación de hambre y fomenta la pérdida de peso sin afectar la salud.

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Redacción ElNueve.com
16 de julio de 2017 | 20:20

Un programa de tres fases de Harvard, le promete a los que lo implementen, adelgazar de manera definitiva. Un experto de la Harvard Medical School, investigó el impacto de los alimentos en las hormonas, el metabolismo, el peso corporal y el bienestar.

De esta manera se ideó este plan denominado "Por qué siempre tengo hambre", que promete suprimir la sensación de hambre y fomentar la pérdida de peso sin afectar la salud.

Este científico, señaló que la atención no debe estar en el famoso conteo de calorías. Tampoco en estrictos regímenes que prohíben en demasía y atentan contra la salud. La clave está en otro indicador: las células grasas.

"Comer en exceso no te hace engordar, sino que es ese proceso lo que te hace comer de más. Las células grasas juegan un papel clave a la hora de determinar cuánto peso ganas o pierdes. Las dietas bajas en grasa actúan en tu contra, ya que provocan que las células grasas se autoabastezcan con más calorías, dejando muy pocas para el resto del cuerpo", señaló David Ludwig, el ideador del programa.

En ese sentido, el profesor agregó: "Estas grasas activan una peligrosa reacción en cadena que te deja siempre con sensación de hambre, a la vez que tu metabolismo se hace más lento y, al final, acabas ganando peso, aunque comas menos".

El programa consta de tres fases. No se promete una pérdida de peso inmediata, sino que ofrece un progreso saludable. Y los resultados se traslucen en aproximadamente "1,5 kilos menos por mes" durante un año de corrido, sin reprimir las ganas de comer en ningún momento y sintiéndose "fenomenal".

Primer paso

El primer paso consiste en superar los antojos, siguiendo una especial rutina alimentaria durante dos semanas. La ingesta se compone de un alto contenido de grasas (el 50%), mientras que el resto debe dividirse entre carbohidratos (frutas, legumbres, verduras sin almidón) y proteínas.

No se puede consumir los derivados de cereales, papas y azúcares añadidos. En cambio, son recomendables los frutos secos, lácteos enteros y otros que con los planes basados en suprimir calorías serían imposibles.

Segundo paso

En la siguiente fase se pretende lo que se llama "reprogramar las células grasas". Ahora es momento de empezar a reducir la cantidad de grasa consumida. Bajarla un 10% para en su lugar incrementar la ingesta de carbohidratos hasta el 35% y continuar con la misma proporción de proteínas. Se pueden añadir arroz integral, avena, quinoa o verdura almidonada (siempre que no sean papas).

"Haciendo esto reentrenarás tus células adiposas de manera que tu peso disminuya progresivamente hasta que se estabilice en su nuevo punto óptimo inferior", explicó el especialista. El proceso tiene un tiempo indefinido: puede tardar algunas semanas o extenderse durante meses, ya que dependerá de cada persona y su peso inicial.

Tercer paso

La última etapa tiene como fin que cada paciente pueda perder peso de manera permanente, identificando las necesidades exclusivas del cuerpo e ideando un plan específico. Cada plato se compone mayormente de alimentos naturales (tomate, lechugas, pepino, acelgas, todo tipo de verduras) y debe tener alrededor de entre 115 y 170 gramos de proteína.

Se incluye además media taza de cereales o verduras con almidón (papas, ajos, judías verdes) hasta tres veces al día.
También vuelven algunos permitidos, como las papas anteriormente mencionadas, el arroz blanco o el pan, aunque tratando de que todos los cereales sean integrales molidos y que conserven la fibra o grano entero.

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