Con tan solo 24 años, Víctor Núñez ya obtuvo su título de Médico en la Universidad Nacional de Cuyo y está haciendo la residencia de Clínica Médica en el Hospital Lagomaggiore. Está agradecido del trayecto recorrido aunque no fue fácil.
Víctor nació en el seno de una familia muy humilde. Su papá era carpintero y murió cuando él tenía apenas 9 años. Su mamá se hizo cargo de la casa y de los niños, eran cuatro, todos muy chiquitos. Ella empezó a trabajar como empleada doméstica.
A temprana edad, Víctor se dio cuenta de que su mamá necesitaba ayuda, por eso con tan solo 14 años ya era ayudante de albañil y hacía trabajos de jardinería.
Desde que entró al secundario, Víctor tenía en claro el objetivo: quería ser médico, pero sabía que iba a ser difícil porque no podía dejar de trabajar. "Una tarde mi mamá se sentó conmigo y me dijo 'como sea, lo vamos a lograr'", recordó en diálogo con la periodista Cecilia Corradetti en una nota para Infobae.
“Había que salir a trabajar, pero eso no me amedrentaba. En el fondo sabía que todo iba a darse más allá del cansancio, del estrés, de la tristeza que sentí en muchísimas ocasiones”, dijo.
“La brecha de la que tantos suelen hablar se acorta con estudio. Siempre fui muy consciente del objetivo y de que día a día me estaba acercando. Si bien algunas veces sentí un gran agotamiento, hoy me doy cuenta de que, definitivamente, me sirvió para hacerme más fuerte”, reflexionó el joven médico.
Víctor no para de agradecer por el logro. Le agradece a la vida, a Claudia, su mamá, y al Fondo de Becas de Mendoza (Fonbec).
Hoy vive con su novia, su mamá ya dejó de trabajar como empleada doméstica y puso su propio negocio y sus tres hermanos también se independizaron, cada uno tiene su trabajo.
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