Jóvenes mendocinos ganaron un concurso de desarrollo tecnológico organizado por la Nasa que se realizó en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Los destacados en Mendoza fueron Rodrigo Cabrera, cuyo equipo obtuvo el primer puesto con su proyecto para crear un dron autónomo capaz de detectar daños generados por micrometeoritos en un satélite. En el segundo lugar quedó Camila Chavez, cuyo equipo diseñó una aplicación para prevenir incendios o detectarlos tempranamente. "Nos inspiró mucho lo que sucedió en Mendoza", señaló Chávez.
La NASA, a través de la asociación The Mars Society sede Mendoza y la UTN FRM organizaron la hackathon “Desafío de Aplicaciones de la NASA”, un concurso de ideas (aplicaciones, videos, pinturas, fotografías, etc.) sobre temáticas relacionadas con lo aeroespacial, el cuidado del ambiente, el conocimiento del planeta tierra y el espacio, la interacción de las personas con estos elementos y la solución a problemáticas relativas a esa interacción, que se desarrolló entre el 19 y el 21 de octubre en la UTN.
Esta hackathon se realiza desde el año 2012 en más de 200 ciudades de todo el mundo, es una propuesta de un sector de la NASA dedicado a incubar emprendedores y ésta una de las formas de hacerlo.
“La NASA es un ente público financiado por EEUU y tiene proyectos colaborativos de muchas agencias financiados por distintos países; como ente público debe darse conocer a la gente, fomentar el interés en lo aeroespacial, un campo que necesita profesionales de todas las áreas, como psicología, medicina, diseño, por mencionar algunas”, explica Gabriel Caballero, alumno de la UTN y miembro de “The Mars Society Argentina", uno de los organizadores.
La Argentina comenzó a participar en el año 2016, con Buenos Aires y Rosario, y en esa edición Rosario dio un proyecto finalista a nivel mundial, una aplicación para quienes dirigen drones, que indica si la zona de vuelo es adecuada, las condiciones climáticas, entre otras variables.
En 2017 se sumó Córdoba y en esa edición la ciudad de B.A. tuvo uno de los proyectos ganadores a nivel internacional, una aplicación que es una especie de google maps para personas con alergia al polen. El usuario carga el destino donde quiere ir y la App le indica una ruta sin árboles que contienen el alergeno.
Otra aplicación que ganó es una de Singapur, destinada a las personas que vuelan en avión muy seguido las que, por la altitud, están expuestas a mayor radiación solar que se acumula en el cuerpo y puede producir problemas para la salud en un futuro. La aplicación lleva un registro de los vuelos y recomienda si hay que espaciarlos, por ejemplo.
Como ejemplo de que no hace falta saber programar, Tomás Suárez, el otro organizador (segunda foto), cita un proyecto ganador, de Nápoles, consistente en unas viviendas hexagonales, para ser construidas en cualquier planeta, que se ensamblan entre sí formando una especie de panal. “Lo presentaron unos arquitectos, sólo realizaron los planos en 2D y 3D y explicaron las ventajas del proyecto”.