Joaquín Serosoli y Román Loretti son dos niños que se conocieron en el hospital Humberto Notti en el 2019. En ese entonces ambos le daban batalla al cáncer. Afortunadamente, luego de una pulseada con la dura enfermedad ambos triunfaron. Años después se reencontraron en la escuela y la amistad se hizo indisoluble.
En Cada Día, Román contó: "Yo estaba internado porque tenía una falla renal en un riñón y me iban a poner un catéter para hacerme diálisis". Joaquín dijo que desde que tenía un año peleaba contra el cáncer.
Cada uno daba su batalla individualmente, se conocieron por causalidad y aunaron sus fuerzas para vencer a la enfermedad.
"Nos fuimos conociendo y haciendo amigos", contaron.
En ese entonces, mientras cada uno estaba en su cama, veían la tele y hablaban de los gustos de cada uno. "No hay mucho para hacer en las habitaciones", dijeron.
Después de que cada uno recibiera el alta dejaron de verse, sus caminos tomaron rumbos separados y cada uno siguió con su vida. Después de unos tres años se reencontraron en el colegio.
"Cuando nos vimos no nos reconocimos, pero empezamos a hablar por Whatsapp y después nos dimos cuenta que éramos nosotros", contó Joaquín.
Román: "Joaquín es buenísimo, tranquilo, le gusta ayudar a todos. No sé cómo describirlo, pero es bueno".
Joaquín: "Román es buenísimo, ya conquistó a todas las maestras. En el curso hace reír a todos".