Desde mi formación en bioquímica, les puedo decir que la estrategia que lleva a cabo una semilla para germinar o una flor para abrirse es única e implica una serie de complejos mecanismos. ¿La semilla ejerce una gran fuerza física para germinar? No, la verdad es que lo que ocurre son reacciones químicas que abren paso a lo nuevo.
De esa misma forma lo que nosotros necesitamos para florecer no es fuerza física, ni disciplina, ni resistirnos al cambio, es simplemente dejar que nuestra fuerza espiritual actúe.
¿Y cómo dejamos que el espíritu se manifieste?
Dándole espacio al conflicto, al caos. Cada vez que tenemos una diferencia de opiniones internas tenemos la oportunidad de cuestionar nuestras propias verdades y chequear qué tan útiles son para este momento de la vida.
Del caos surge el nuevo orden.
Acepta lo que buscas, acepta que buscas amor, bienestar, tranquilidad y plenitud; acepta qué buscas mucho más que sólo un amor, acepta que buscas compartir tus días y sentir que son inolvidables.
Esta primavera es un momento para ordenar y corregir el curso, pon pausa en tu vida, frena la inercia, lo que haces en forma automática y deja que entre el cuestionamiento y el caos. Esa es la forma de hacer silencio interior, al principio sólo será ruido y confusión pero después de unos días nuestros pensamientos se rienden y soltamos la opción de controlar.
Hazlo en soledad, en un lugar en dónde te sientas tranquilo y seguro. Busca una silla, un recipiente con agua en el cual puedas sumergir tus manos, y una vela.
Da vueltas alrededor de la silla y comienza a decir en voz alta todo lo que te preocupa, todo lo que no sabes qué decición tomar, todo lo que te hace sentir mal. Da todas las vueltas que necesites, deja que tus pensamientos y emociones fluyan, habla sin cuestionar y sin filtros. Deja que todo salga.
Cuando te hayas cansado sientate en la silla.
Sumerge ambas manos, siente el agua, deja que el contacto con el agua equilibre todo aquello que no comprendés y no podés equilibrar.
Enciende la vela y observa la llama, quedate sentado en silencio, observa tu respiración tu cuerpo y siente cómo la fuerza de la llama también está en tu interior.
Deja que esta primavera tu espíritu dirija tu vida.