Comercio local

Horario corrido: Qué sectores se oponen y cuáles son las razones

En Mendoza se está impulsando el debate y los negocios podrían abrir de 9 a 17.

9 de abril de 2018 | 14:36

En Mendoza se está impulsando el debate acerca de si los comercios deben implementar el horario corrido. Para algunos sectores la modificación sería viable solo en invierno mientras que otros aseguran que sería perjudicial.

La idea que se analiza refiere a que los negocios abran desde las 9 hasta las 17. En este sentido, este lunes se promovió la discusión en la Federación Económica de Mendoza (FEM), de la cual participó el Centro de Empleados de Comercio, entre otros actores.

En dicho encuentro, los sectores se manifestaron por la no innovación y por mantener los horarios vigentes. El presidente de la FEM, Adolfo Tripodi, afirmó en diálogo con Noticiero 9 que luego de “mucho charlar pensamos que lo mejor es continuar como lo veníamos haciendo hasta ahora, razones abundan, entre otras, el tema del almuerzo”.

En la edición Mediodía esto afirmaban desde la FEM y el CEC.

Además, puntualizo que el horario es libre pero que es necesario contar con “una dotación de personal que haga los turnos” y que cuando el trabajador esté realizando su labor se sienta bien.

Por su parte, el diputado provincial por el Frente Renovador, Guillermo Pereyra -que participó del debate en representación del Centro de Empleados de Comercio- sostuvo que en el caso que el empleador opte por esta medida lo deberá hacer con otro personal.Porque uno cuando ingresa a trabajar tiene su vida particular y social hecha, al horario pactado, por lo que si se pretende abrir el comercio tendrá que hacerse con otro personal”, precisó el legislador.

Algunos días atrás la FEM se manifestó en contra de la implementación del horario corrido a través de un comunicado que se trascribe al final de la nota que detalla otros argumentos. Mientras que desde el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC), promueven la discusión y aseguran que es importante consultarles a los consumidores.

“Nos parece que habría que discutirlo entre todos los interesados, como son, entre otros, la FEM, cámaras, Centro de Empleados de Comercio y el sector bancario, que es fundamental, ya que en Buenos Aires abren a las 10 y cierran a las 15. Pero fundamentalmente preguntarles a los consumidores, porque siempre estamos enfocados en el punto de vista del comercio pero también hay que consultarle a la comunidad”, manifestó el gerente de IDC, Daniel Dimartino.

“Vivimos en un mundo globalizado que pide adaptarse a los cambios de hábitos y es necesario tenerlo en cuenta. Por ejemplo, Córdoba tiene horario corrido porque al consumidor le viene bien y está de acuerdo. Es un buen momento para discutirlo y no cerrarse en posturas”, agregó.

Cómo se abordó el tema en Noticiero 9 Edición Central

Comunicado de la FEM

"Ante las versiones de un posible cambio de horario en el comercio de Mendoza, medida que se ha intentado en los últimos años con resultado adverso, la Federación Económica (FEM) desea reiterar su punto de vista.

La modificación en el horario no puede ser analizada sólo desde el punto de vista de la comodidad. Y si bien se deben contemplar las opiniones de todos los involucrados (gobierno, municipios, gremio, transporte, seguridad y clientes) también hay que prever las consecuencias que tal cambio puede acarrear en las ventas y en los costos fijos de negocios y hasta trabajadores, por lo que esto merece un análisis serio y sin apresuramientos.

Un aspecto a tener en cuenta es la siesta. Más allá de la tradición, creemos que tener un comercio abierto en un horario en el que la gente no sale a comprar no es negocio.

Además de cerrarse a las 18 horas como se habla, creemos que el centro perderá atractivo. No queremos que después de esa hora el centro se muera, sea tierra de nadie y lo cope la venta ilegal y callejera que combatimos permanentemente. No deseamos ver las veredas tomadas por oportunistas que compiten con los negocios legalmente establecidos.

Analicemos también el impacto que puede tener en el turismo. ¿Qué visitante recorrerá nuestro centro con casi todo cerrado salvo lo gastronómico que también se nutre de lo comercial?

Otro punto no menor es qué pasará con la gente que sale de compras después de las 18. Queda claro que ese consumidor irá a otros lados, con lo que transferiremos ventas y clientes a shoppings, malls, supermercados e hipermercados, formatos comerciales estos últimos que lejos de plantearse un cambio de horario, van avanzando (atienden hasta los domingos) y han incorporado a sus ventas productos que antes sólo ofrecía el comercio minorista. Desde la FEM señalamos que no hay que cederle espacio a la competencia.

El tema transporte también debería ser considerado ya que tal vez habría que modificar frecuencias o analizar refuerzos.

En lo que a seguridad se refiere, nos preocupa qué pasará con los comercios cerrados después de las 18, tema que habrá que coordinar muy bien con las autoridades del Ministerio.

Veamos aparte la época estival. ¿Quién saldrá a comprar al centro con las elevadas temperaturas de esa estación?. Y suponiendo que se implemente el cambio, cuando llegue el verano deberíamos volver por razones obvias al régimen actual con todos los inconvenientes que acarrearía el reacomodamiento horario. Sí nos parece razonable que para ciertas fechas como Día del Padre, Día del Niño, Día de la Madre, Navidad y Reyes se practique un "horario especial".

Con respecto a los empleados que debe ser coordinado con el gremio CEC, habrá que analizar el tema almuerzo. ¿Quién corre con el costo?. Si lo hace el comercio deberá contemplar una suma fija para ello (más costos también) y permisos especiales, lo que es lógico. Pero si lo asume el empleado, lo que se ahorra en micro se lo gastará en comida con lo que su ingreso se verá seriamente afectado.

Finalmente una eventual caída en las ventas afectará no sólo al comercio y a las fuentes laborales (será difícil hacer frente a los costos fijos) sino también al Estado provincial. No olvidemos que este sector es un gran aportante al PBI de la provincia.

Muchas veces se pone como ejemplo lo que sucede en otras localidades, pero Mendoza tiene su realidad.

En concreto, si queremos mejorar el comercio, creemos que el tema no pasa por el horario. Hay una situación económica que no podemos pasar por alto, pero eso no nos puede inmovilizar. Al cliente se lo seducirá con más y mejor atención y "ampliando" el horario. ¿De qué manera? Sumándole al comercio físico el comercio virtual. Hoy la gente elige y hasta compra por Internet y para ello está empleando cada vez más un aparato que sólo se usaba para llamadas: el celular, con sus innumerables servicios y aplicaciones. Ese es el presente del comercio (estemos atentos al futuro), no el horario corrido por comodidad o conveniencia de pocos".

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