Este 1 de enero Holanda cambió de nombre y oficialmente comenzará a llamarse Países Bajos, tras la decisión conjunta del Gobierno, la junta de Turismo y la junta Patronal de la nación europea.
El cambio le costará unos 200.000 euros al gobierno de La Haya, pero según el Poder Ejecutivo del país, vale la pena porque el objetivo es hacerle un cambio de cara al país para que “la capacidad de ingresos en el extranjero sea lo más inteligente y atractiva posible”.
El cambio más visible será el del logotipo internacional, que será modificado por uno que combinará dos letras y un tulipán, seguidos del término Netherlands, nombre del reino en inglés.
Actualmente la Junta de Turismo y Convenciones de los Países Bajos (NBTC) usa un tulipán y la palabra Holland (Holanda en inglés), que no es el nombre oficial del país entero, sino de dos de las 12 provincias que forman los Países Bajos.
Hace 25 años, la industria turística decidió promover el país como “Holanda”, pero, según un vocero de Relaciones Exteriores, se quiere presentar el comercio, la ciencia y la política de todo el país, por lo que “queda un poco extraño que se promocione sólo una pequeña parte de los Países Bajos en el extranjero”.
El nuevo logotipo, en ocho versiones de idiomas diferentes, deberá ser utilizado a partir de enero por ministerios, embajadas, universidades, colegios, municipios y organizaciones que colaboran oficialmente con algún proyecto con el Gobierno.
El cambio también tiene detrás una renovación de la estrategia para poner fin al turismo masivo, barato y aéreo que acude, en especial, a Amsterdam, lo que tiene asfixiadas a las autoridades y residentes, que llevan los últimos años exigiendo apostar por un turismo sustentable y respetuoso de la ciudad.
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