Desde este miércoles y hasta el martes próximo, se desarrolla la Semana Mundial de la Lactancia Materna, un lapso de tiempo que se utiliza para concientizar el rol del amamantamiento, que trae múltiples beneficios para el bebé y la mamá
Dar la teta no sólo es beneficioso por la composición de la leche materna, sino también por el vínculo afectivo que se establece entre la mamá y el pequeño mientras se amamanta.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida del bebé y que luego continúe hasta los 2 años, mientras se van incorporando progresivamente otros alimentos
Se estima que unas 820 mil vidas podrían salvarse por año, a nivel mundial, si se aumentara la lactancia materna, de las cuales el 87% corresponde a recién nacidos y menores a 6 meses. Entre los beneficios de la lactancia se incluye la disminución de un 36% de la muerte súbita y de un 58% de infecciones del tracto intestinal como diarreas, generalmente causadas por virus, bacterias, parásitos u hongos.
La leche materna genera un efecto protector contra esta enfermedad y contra la neumonía.
La alimentación recomendada es a libre demanda, sobre todo en las primeras etapas. Es decir, cuando el hijo solicita el pecho, dárselo, sin importar qué hora sea ni hace cuánto tiempo comió. Esto hará que las glándulas mamarias funcionen como una fábrica: a mayor demanda del bebé, mayor producción.
Dar el pecho a tu bebé es beneficioso no solo para su salud física, sino también a nivel emocional e intelectual.