Psicología

¿Querés vivir una vida plena? Mirá los hábitos de la gente más feliz

En qué poner el foco para abrir el portal directo a la felicidad. Estés donde estés podés estar en un estado de bienestar.

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Redacción ElNueve.com
12 de enero de 2023 | 23:55

(Por Eva Rodríguez) 

Aquello en lo que te enfocás, se expande. Esto significa que el lugar de poner nuestra energía en todo lo que nos falta para llegar a nuestras metas, en las cosas o situaciones que aún no logramos y que son obstáculos para nuestra felicidad, es mucho mejor poner el foco en todo lo maravilloso que nos rodea. Esto es un portal directo a nuestra felicidad.

Muy comúnmente pensamos que vamos a ser felices cuando tengamos algo, o cambiemos algo, o lleguemos a alguna meta u objetivo. Y esto es una falacia. La felicidad es un estado interno. Es un sentimiento. Si es un estado interior, no debería depender de nada de afuera, sino de cómo estamos por dentro. Y nuestros estados, emociones dependen de un estado mental. No llega de afuera, sino de cómo nos predisponemos y posicionamos, de las decisiones que tomamos día a día y de la actitud que elegimos tener frente a las diferentes situaciones de la vida. 

Por esto hoy vamos a ver pequeños hábitos para que alcances tu felicidad sin importar lo que te rodea, si es mucho o es poco, si has llegado a tus metas o no, si estás cumpliendo tus sueños o no. Estés donde estés podés estar en un estado de bienestar y felicidad.

Pequeños hábitos del bienestar 

Cambia tu espacio

Transformalo en un espacio que te motive a hacer las cosas que más te gustan y que te aleje de las cosas que más te dañan. Por ejemplo, guarda tu celular, no lo veas, no lo tengas a mano. Compra flores y plantas si eso te alegra. No es necesario una remodelación completa de tu espacio, pero sencillamente limpiar y reacomodar los muebles puede ser más que suficiente.

Hace tiempo para las personas importantes

No creo ser la única a la que luego de la pandemia los tiempos para la vida social le han cambiado. Cada vez dejamos menos y menos espacio para nuestras relaciones sociales, para los afectos, para esa gente que realmente importa. Y, sin embargo, estas relaciones son un pilar fundamental de nuestra salud mental.

Entonces, hacer tiempo en tu agenda para los afectos. Dejar espacio, literalmente hablando, dejar un hueco en tu agenda para tomar un cafecito con una amiga, para jugar con tus hijos sin celular ni nada que te interrumpa, para salir a caminar con tu mamá y por supuesto para estar a solas con tu pareja.

Recompensate mentalmente por las cosas que estás haciendo bien

Tenemos en nuestra mente una voz interna que nos habla. Y no somos consientes de cómo hemos ido aprendiendo a hablarnos con esa voz de forma negativa, exigente y muy crítica. Sin embargo, cuando nos castigamos por cada pequeña cosita estamos educando a nuestro cerebro para estar menos motivado para la próxima vez.

Por el contrario, cuando nos hablamos amorosamente, cuando nos tratamos bien, cuando nos damos una palmada en el hombro o nos decimos ”esto está bien, estás haciendo lo mejor que podés y eso es suficiente” estamos activando la liberación de hormonas positivas como dopamina y por ende generando un círculo virtuoso. La próxima vez vas a tener más ganas de hacer eso que estabas haciendo, te vas a sentir más motivada y tu cerebro va a estar esperando la recompensa de esas hormonitas.

Salí de tu casa 

Las maravillas que el aire puro, el oxígeno, la luz solar, la naturaleza tiene para regalarle a tu mente son infinitas. Cada día un ratito. No estoy hablando de salir y correr una maratón, ni siquiera de hacer una clase completa de gimnasia, porque realmente no todos los días tendremos el tiempo o el deseo de hacerlo. Pero sí crear esos al menos 20 minutos para dar una vuelta a la manzana, caminar un ratito bajo el sol, sin apuro, salir con tus hijos a la plaza, o ir a comprar el pan caminando en lugar de hacerlo en auto.

Al moverte y tomar contacto con el espacio abierto inmediatamente tu mente sale de esos pensamientos lineales y comienzas a tener opciones y alternativas frente a tus problemas. Nada es tan grave cuando volvés de una linda caminata. Ni hablar de una clase de deporte.

Practicar la gratitud

Es increíble el asombroso poder que tienen las prácticas de gratitud. Con solo ejercitar la gratitud por las cosas sencillas de la vida estas re-educando a tu cerebro a ser optimista versus una mente pesimista. Algunos ejercicios que pueden hacerse en la ronda de gratitud son en la mesa, meditaciones guiadas, el diario de gratitud cada noche donde agradecés algo sencillo del día.

Son prácticas tan simples y que en poco tiempo van a darte una sensación de completud y sentido vital que a veces cuando estamos tan enfocados en los valores de nuestra sociedad, en conseguir y tener cosas y logros externos y estamos concentrados en todo lo que nos falta; nos olvidamos de todo lo que tenemos.

Es muy importante que estos hábitos estén alineados con la persona que vos querés ser, con tus valores y tus búsquedas como ser humano. Antes de proponerte si llevarlos a cabo o no es importante que pienses cuáles de estos hábitos te acercan a un estado de alegría, paz y bienestar. A partir de ahí, ¡a ponerlos en práctica!

Y además muy importante es tener en cuenta que pequeños cambios, dar pasitos del 10%, en lugar de querer conquistar el 100% es muchas veces más importante y sostenible en el tiempo. Así es que, si lo que hoy podés hacer por tu felicidad es solo el 10% de lo que te imaginabas, hace igualmente. Si no podés ordenar toda tu casa, ordena una habitación. Si no tenés la energía para tomar una ducha completa, lávate la cara. Ese 10% cada día hace una gran diferencia, mientras que si te quedas esperando llegar el 100% tal vez demore demasiado y en el camino te frustres y quieras tirar la toalla. Poné la energía en lo que si podés hacer y no en lo que te falta.

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