La Justicia resolvió que Nicolás Gil Pereg, el israelí acusado de matar a su madre y a su tía, continúe detenido en el penal. Otra vez se comportó de manera extraña ante el Tribunal.
Luego de una audiencia que el día lunes se extendió durante más de 3 horas, este jueves se retomó la instancia judicial y el juez ordenó que el israelí continúe preso en el complejo penitenciario, pero además trabó un embargo por $4 millones y rechazó las nulidades planteadas por la defensa del imputado respecto de la validez de los allanamientos.
Para la fiscal Claudia Ríos, la investigación está prácticamente culminada.
En la audiencia del lunes pasado Pereg se orinó encima, y este jueves estuvo maullando de a momentos como si fuera un gato.
Sin embargo, según el adelanto del examen psiquiátrico que menciona la fiscal, el hombre de 36 años está orientado en tiempo y espacio, a la vez que manipula y confronta en función de sus intereses.
Por lo que, a pesar de las conductas adoptadas por el acusado, los estudios en principio arrojan que comprende la criminalidad de los hechos y, por ende, es imputable.
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