Vida Sana

Fútbol y emociones: ¡Cuidá tu corazón!

No es nuevo saber que las emociones pueden jugar en contra de la salud. Sin embargo, llegar a un infarto y hasta morir marca la diferencia entre vivir una pasión, o “morir” por lo desmesurado del exitismo y proyección.

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Redacción ElNueve.com
25 de noviembre de 2022 | 18:35

Época mundialera, etapa de emociones a flor de piel sin lugar a dudas. Piel de gallina, llanto emotivo, festejos, cánticos, bronca, palabrotas ante una falta…Todo vale. Todo entra en ese gran combo de emociones intensas que intentan salir como pueden, sin el filtro de la mente…emoción y visceralidad de la más pura.

Hasta ahí todo bien. Todo sano, alegre y pasional. Sin embargo, hay personas que llegan al límite de lo posible a la hora de un festejo o una derrota. Personas que incluso han tenido un ataque cardíaco o terminaron muriendo. ¿Es normal? ¿Acaso esperable tal nivel de pulsión sin límites?

El médico cardiólogo Andrés Donadi, explicó que “hay fundamentos científicos para comentar qué pasa en realidad, ya que hay muchas frases hechas y mitos, por un lado, y datos duros por el otro que marcan también cierto grado de verdad.

Los alemanes sin ir más lejos, vieron en uno de los mundiales pasados el grado de incidencia durante el partido, y los tres días posteriores al mismo, que casi duplicó la cantidad de infartos que tenían en esa fecha (mundial del 2014). Cuando empezaron a averiguar en retrospectiva se dieron cuenta que no sólo eran problemas de corazón, sino de accidentes cerebrovasculares. El “Tano Pasman” es un caso bien emblemático en la que tuvo un ACV, viendo un partido de futbol. Esto se llama “emociones estresantes”.

- ¿Hay predisposición para este tipo de “emociones estresantes"?

Aquellas personas que ya tienen antecedentes de ACV o cardiovasculares claramente están mucho más propensas de aquellas que no lo tienen. Estadísticamente hay una diferencia importante, pero en realidad dentro de esa población que no se conoce como vulnerable ni enferma. Por ello si metemos todo dentro de ese gran paragua de emociones, entendemos que cualquiera de nosotros, sin conocerlo puede estar dentro de ese grupo y llegar a padecer algún evento en esa situación.

- ¿Hay hábitos que potencian todo esto?

En realidad, cuando vamos a ver un partido, como el de este sábado, nos juntamos y comemos pesado, tomamos más alcohol, y hasta fumamos si se tiene el hábito, incrementamos el riesgo en todo sentido. El cortisol, la liberación de adrenalina, y noradrenalina hacen que el organismo empiece a sumar un montón de cosas que potencian otras ya existentes, con la consecuente posibilidad de riesgo para la salud.

- ¿Qué podemos hacer ante la posibilidad de correr riesgos en donde la emoción nos juegue en contra?

Hay que tener criterio. Antes que nada, los controles anuales al día son muy importantes. Para partidos o circunstancias especiales tratar de bajar decibeles, tratar de disfrutar como algo recreacional lo que hacemos, más allá de vivirlo con pasión, juntarnos y comer de manera criteriosa. No se trata de comer galletas de agua, sino de un consumo normal y mesurado de cosas ricas, pero sin excesos.

Más allá de un resultado, hay que vivirlo como algo lindo para vivir y experimentar, sin que por ello se nos vaya la vida. Hay que medir la carga emocional y buscar herramientas.

El profesional estuvo con el equipo de Cada Día, mirá la nota.

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