Marcelo Urbano es un hombre de Córdoba que tiene 58 años y ha vivido una vida difícil desde el punto de vista económico. Desde muy chico salió a trabajar, se ha dedicado a hacer todo tipo de changas ya que no pudo terminar el colegio. Fue cartonero y actualmente trabaja como albañil. Pero su realidad podría verse modificada, ya que descubrió que es hijo de un multimillonario empresario.
Urbano contó en El Show del Lagarto que su mamá trabajaba como empleada doméstica en la casa de su padre biológico. Cuando tenía 19 años quedó embarazada de uno de los hijos del dueño de la propiedad. “Fue una relación sin consentimiento”, aseguró el hombre y contó que por este hecho, la despidieron.
Su madre murió muy joven de una enfermedad, pero antes de morir le dijo quién era su padre. Urbano lo buscó, se hizo dos análisis de ADN que confirmaron que Eduardo Lapania es su padre. Sin embargo, el hombre, que hoy tiene 85 años, le dijo que no se haría cargo.
El primer encuentro que tuvieron padre e hijo fue cuando Urbano tenía 21 años. Desde entonces, inició el reclamo por vía judicial. Su abogado, Federico Crucella, explicó que iniciarán un reclamo económico por daños y perjuicios por al menos 100 millones de pesos. Marcelo Urbano sería heredero del 33 por ciento de la fortuna de su padre, que es dueño de una prestigiosa bodega en Mendoza.
“No creo que haya cambios en mí. Espero que haya cambios para mis hijos y nietos. Que tengan las oportunidades que yo no tuve”, dijo a La Voz.
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