Exitismo y frustración: ¿Cómo predisponer la cabeza ante la presión?

No existe la victoria sin caída si de fútbol se trata. Incluso y, mejor dicho, si de la vida misma aludimos. Y justamente esa caída ocurrió tal vez en una de las instancias de mayor nerviosismo como es el debut en una Copa del Mundo. Un evento que logra interpelarnos mucho más profundo a la hora de hablar de las propias proyecciones, frustraciones, miradas sobre nosotros mismos y la “argentinidad al palo”, esa que decae en el pozo de la desesperanza de manera estrepitosa cuando pierde, o sobrevuela el olimpo de “los mejores del mundo” si gana.

¿Cómo manejar la cabeza?, ¿Cómo lograr una mirada más despojada de fanatismo, pero sin desesperanza para poder ganar, “pase lo que pase” y más allá de los resultados?

Como explica la neuropsicóloga Cecilia Ortiz “decir que el exitismo es positivo o negativo es una cuestión de juicio de valor. En realidad, pasa con que si me aferro al exitismo porque considero que mi identidad va en el éxito. En realidad, el éxito tiene que ver con si querés brillar o ganar siempre para estar en un lugar de reconocimiento, el éxito entonces aquí va de la mano del reconocimiento. Sin embargo, si logro comprender que el reconocimiento a una tarea exitosa es eventual que no siempre puede darse, y que no valgo en función de un reconocimiento, implica tener una mirada más profunda y enriquecedora del tema.

- ¿Será que el fútbol brinda unas vacaciones mentales, para sacarnos un ratito de los problemas sociales y económicos?

Tal cual, frente a la angustia es aire fresco, pero hay que tener una medida equilibrada respecto a “ganar o ganar”. Todos los deseamos, pero es bueno que dentro del fanatismo no se borre lo emocional, y el otro es mi enemigo, puedo atacarlo desde todo lugar y punto de vista hay que tener mucho cuidado. Pueden llegarse a extremos terribles a nivel de agresión.

Hay que entender que se puede ganar o puede suceder que ganemos, el hecho es qué hacemos nosotros con todo eso. El sentirnos diferentes, no nos hace diferentes. Considero que esa es la distancia sana que debemos saber manejar. No confundir lo que nosotros creemos de nosotros mismos, con lo que en realidad somos.

Disfrutemos y juguemos a pleno en equipo, y bajemos el nivel exitista. Paso a paso, autoconfianza y espíritu de equipo.

La profesional estuvo con Cada Día, mirá la nota.