Este es tu año: aprendé a planificar y aprovechá el tiempo al máximo

(Por Eva Rodríguez) 

La memoria es limitada y cuánto mayor sea el estrés al que la persona se expone, más son las probabilidades de que falle. Si sos estudiante, si estás en fecha de exámenes, si tenés a un familiar a cargo o un bebé recién nacido, si recientemente has cambiado de trabajo, si estás en cuarentena por covid 19, o cualquier otra situación que genere ansiedad, angustia, cansancio, nerviosismo es posible que te cuente prestar atención, concentrarte.

Puede ser que notes que te quedas perdido mirando a la nada, con la mente en blanco, que des vueltas en círculo y no logras comenzar con tus tareas. Si eso te pasa, aquí van unas reglas que tenés que manejar. 

Regla de oro: no confíes en tu cabeza

Podes usar 2 herramientas: agenda y lista de tareas 

Lista de tareas:

Hacer una lista de cosas que tenés que hacer hoy o que has dejado pendiente. Podés ir anotando a lo largo del día tareas que vayan sumándose. Esta lista tenés que ordenarla por prioridades. Primero, las actividades fundamentales, que sí o sí tenés que resolver inmediatamente. Segundo: las que pueden esperar a lo largo del día. Tercero: las que pueden pasar para mañana. Aquí podés colorear con rojo las primeras, con amarillo las segundas y con verde las terceras. Es lo que se conoce como la técnica del semáforo. En importante que a la actividad que no alcanzaste a hacer cuando estaba prevista, le asignes un día fijo, así evitás postergarla indefinidamente. 

Agenda: 

Para realizar la agenda es necesario desplegar un diagrama con todos los días de la semana. Allí vas a anotar las activiades que tengan día y hoarrio concretos, por ejemplo, deportes, sesiones de tarapia, turnos médicos. 

**Luego se trabaja combinando la agenda y la lista de tareas. Lo ideal es a principio de semana armar la agenda y luego día por día ir agregando las tareas que vayan surgiendo. 

Una vez que avanzaces con las tareas hay que tacharlas. Será gratificante ver cómo tu día y tu semana avanzan de manera ordenada y cumples tus objetivos. Esto refuerza tu autoestima porque comienzas a decirte "¡Claro que soy capaz de hacerlo!"

Por el contrario, si comienzas a pasar tareas de un día a otro y no cumples lo que te habías propuesto, puede ser frustrante. 

Segunda regla: 

Ir poco a poco. Puede parecer tentador entregarse por completo a la lista de tareas, pero lo mejor es ir dominándola de a poco y con paciencia.

Tercra regla:

Puedes hacelo en el formato que más cómodo te parezca, puede ser en paple o en formato digital para que te lleguen notificaciones. Lo importante es que lo hagas.