Un hecho insólito ocurrió en el Parque Central hace algunos días. Una persona dejó un auto mal estacionado y otra se lo hizo saber de una manera un tanto brusca. Le dejó sobre el capó del auto un caballete de estacionamiento con un bloque de cemento.
El vehículo quedó frenado junto a un cordón en Mitre y Pellegrini. El punto es que supuestamente está prohibido estacionar en ese lugar, pero el cemento está despintado.
Indudablemente, cuando la persona dueña del auto llegó, se llevó una enorme sorpresa.