Siete policías que prestaban servicio en la Estación Comunal de Balcarce, Buenos Aires, fueron desafectados tras una investigación que comprobó que cobraban dinero a cambio de dejar salir por algunas horas a presos alojados en ese establecimiento.
La investigación comenzó cuando representantes de la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad, recibieron una denuncia donde se informaba que Federico Sasso (19) -un joven que cumplía prisión preventiva por haber atropellado y matado a Lucía Bernaola, de 14 años, el pasado 4 de junio- realizaba salidas esporádicamente.
La denuncia la realizó Verónica Borelli, la madre de la víctima, quien alegó que Sasso, el hombre acusado del homicidio, salía del calabozo de la Estación Comunal de Balcarce e incumplía lo ordenado por la justicia, según la información publicada por el diario local 0223.
“Se fue a comprar zapatillas y una cocina eléctrica. Sale cinco horas y lo devuelven”, manifestó Borelli en noviembre pasado.
Ante ello, personal de Asuntos Internos comenzó una serie de averiguaciones que posibilitaron constatar las irregularidades dentro de la dependencia policial en cuestión.
Además, corroboraron que dentro de las celdas había elementos de corte y cuchillos y que había dos presos que no estaban anotados en los libros de guardia, hecho que agravó aún más la situación de los policías.
Producto de la investigación y sus resultados, la AGAI resolvió desafectar a los Comisarios Juan Matías Ortelli y Carlos Alberto Córdoba, al Subcomisario Jorge Daniel Coronel, a los Oficiales Inspectores Guillermo Adrián Manuel y Cristian Omar Lalli, a la Oficial Subayudante María Laura Coronel y a la Oficial Giannina Daiana Maresca, todos con último destino en la Estación de Policía Comunal de Balcarce.
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