Entró a la casa de su ex, se escondió en el baño y la mató a cuchillazos

Un terrible y pensado asesinato se produjo en la ciudad bonaerense de Tandil y conmociona a todo el país. Un hombre asesinó a su ex pareja tras idear un macabro plan que incluía su suicidio, aunque la última parte no la pudo cometer.

De esta manera, el hombre  ingresó al departamento de su ex pareja ubicado en el segundo piso de un edificio tandilense. Entró al baño del departamento y aguardó, en silencio, del otro lado de la cortina de la ducha.

Cuando la chica de 26 años, entró al baño durante la madrugada, la atacó con certeras puñaladas.

El asesino intentó suicidarse mientras la actual pareja de la víctima, un oficial de la Policía Bonaerense, dormía en la habitación contigua.

Según constató diario La Nación, Ivana Ailin Torres murió en el acto, con lesiones profundas en órganos vitales que le provocaron múltiples hemorragias.

Por su parte, Damián Alejandro Gómez, de 27, pudo ser aprehendido cuando estaba tirado en el piso, con cortes que se produjo a sí mismo en brazos y cuello. Todos superficiales, por lo que tras la atención médica fue alojado en una sede policial.

Los medios locales, señalaron que Torres trabajaba en la peluquería canina De Pelos. Era una férrea militante de la protección de animales y desde hacía algún tiempo, sin dar intervención a la justicia, venía sufriendo una persecución verbal de parte de Gómez, que nunca había aceptado el fin de la relación que los unió.

La Nación señaló que el asesino, asesorado por un defensor oficial, se negó a declarar ante el fiscal Gustavo Morey, que lo acusa de homicidio doblemente agravado por femicidio, que en el Código Penal contempla pena de prisión perpetua.

Según constató la Policía, el crimen se cometió a las 3 en el departamento del segundo piso de calle 4 de Abril 517, donde vivía la joven.

Y añadieron: “Torres había llegado con su actual pareja, luego de participar de una fiesta. Guallariello se acostó y ella fue al baño. Allí fue donde Gómez, armado con una cuchilla, se le abalanzó y la apuñaló reiteradas veces”. Según fuentes judiciales, tenía perforaciones en corazón, pulmón y arterias principales.

El relato policial continúa: “Guallariello escuchó los gritos e ingresó al baño, donde advirtió el ataque. Lejos de intervenir, corrió a buscar el arma reglamentaria que había dejado en su casa, a unos 100 metros del lugar, desde donde además llamó a la policía”.

Cuando regresó a la escena del crimen la joven estaba muerta y su atacante yacía en el piso, con varias heridas. Por eso los oficiales creyeron que ambos habían sido víctimas de su colega, al que redujeron como si fuera el culpable. Pero pronto lo liberaron.

La investigación inicial permitió confirmar pronto que Gómez había amenazado en varias oportunidades a Torres. Si bien esa situación la comentó con su entorno más íntimo, ella nunca hizo una denuncia en tribunales o sede policial.