El Juez de Garantías David Mangiaffico decidió que el chofer de Turbus espere el juicio en prisión preventiva, ya que consideró que existe riesgo procesal, principalmente de fuga.
Familiares y sobrevivientes de la tragedia de Horcones marcharon este martes desde San Martín y Garibaldi hasta Tribunales para pedir que el chofer quedara en prisión preventiva, tras la muerte de 19 personas a causa del accidente.
Cuando alrededor de 50 familiares vieron a Francisco Sanhueza ingresando a una de las salas del segundo piso de Tribunales, le tiraron con tomates y botellas, gritándole asesino, entre otras cosas.
Sanhueza fue imputado por homicidio simple con dolo eventual por las 19 muertes que ocasionó el pasado 18 de febrero, al volcar el colectivo que conducía en alta montaña, a la altura de Horcones, en la denominada Curva de Yeso.
El chofer está imputado por homicidio simple con dolo eventual y negó haber cometido una imprudencia o haber tenido la intención de volcar. Según Sanhueza, al llegar a la Curva de Yeso habían algunos vehículos apostados en contramano a la dirección del colectivo, por lo que las luces le daban de frente.
Además, Sanhueza declaró que en ningún momento ni el compañero ni los pasajeros le recriminaron por la velocidad.
El Sexto Juzgado de Garantías entendió que Sanhueza debe seguir detenido para evitar potenciales obstáculos en la investigación, como así también el riesgo de fuga que representa una persona que reside en otro país, con todo lo que ello implica.
Para el Ministerio Público Fiscal, no sólo son contundentes los elementos que justifican esta decisión de la justicia, sino también aquellos que prueban que hubo dolo.
El chofer está imputado por homicidio simple con dolo eventual en concurso ideal con lesiones gravísimas, graves y leves. Delito que conlleva una pena de entre 8 y 25 años de prisión.
Para el fiscal Pirrelo, las testimoniales y el informe de peritaje son contundentes, la investigación ya culminó y resta ahora que la causa sea elevada a juicio.