Género

El vestir femenino, y la sexualización del cuerpo

Algo tan sencillo como vestirse como una forma de mostrar y elegir un sentido de identidad, se transforma muchas veces para el universo femenino en motivo de debate y juicios de valor. El aporte profesional sobre el tema.

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Redacción ElNueve.com
5 de febrero de 2022 | 15:57

Para muchos/as, que una mujer o personaje femenino se vista de forma (según la mirada cultural) más o menos llamativa a la hora por ejemplo de buscar trabajo, o rompa cánones de vestimenta (supuestamente esperable del universo de la mujer, pensemos por ejemplo la primera vez que la mujer vistió pantalón) resulta aunque parezca mentira, aún "ofensivo".

Que el vestir conlleva un lenguaje que proyecta lo que nos gusta, nos hace sentir bien, cómodas, más o menos sensuales (si es lo que nos agrada), más o menos altas, bajas o cualquier tipo de connotación que tenga que ver con lo que deseamos lucir, debería ser un tema de cada quien, y no "un tema de estado". Claro que si en un aviso de trabajo nos piden que nos presentemos con un look formal de camisa y pantalón, y deseamos hacerlo, aunque en la vida amemos andar de jeans y ojotas, no implica (si es lo que se desea) ir en contra de lo que se quiere. Nos adaptamos a códigos de vestimenta de formalidad, porque vivimos en sociedad.

Sin embargo, si desde un lugar de trabajo la exigencia es "sexualizar" la vestimenta y el cuerpo de una mujer (que no desea exponer su cuerpo porque el otro se lo pida, y porque está en una situación de poder) y se pide como condición mostrarlo con determinado tipo de ropa impuesta, es allí en donde se sigue atrasando y violentando a la persona.

La sexualización de los cuerpos y la imposición

Poder vestirnos como queremos sin lógicas sexistas de parte de una relación laboral  (por ejemplo un jefe que no da el trabajo a una aspirante que no usa minifalda) sería el panorama ideal que debería poder experimentar cualquier mujer que ama y es buena en el trabajo u oficio que realiza. Sin embargo no es algo que suceda en todos lados, sino una cuenta más que pendiente y una lucha aún vigente.

Según fundamenta Vanesa Elías, Licenciada en psicología con perspectiva de género (IG: licvaneelias) "es importante distinguir que una cosa es el empoderamiento y permitirnos vestirnos como queremos, y otra que esto no conlleve ninguna finalidad que implique una relación de poder sobre nosotras, de parte de otra persona.

Recientemente una tik toker se vistió con una remera escotada y un short para aplicar a un trabajo en un bar de comidas rápidas. Finalmente obtuvo el trabajo, y lo posteó en redes. Su novio la criticó por ir vestida así, y ella le respondió 'hay que vestirse para el trabajo que deseas obtener'. ¿Qué lectura podemos hacer de esto? que acá lo importante es que si a ella le gusta vestirse con una remera corta y una mini falda, y es su decisión, no debería tener una impronta de crítica de nadie. En todo caso es su derecho si le gusta lookearse así.

Sin embargo, si un trabajo  (donde se pide mostrar el cuerpo) está condicionado a un atuendo, es decir a que ella muestre sus características físicas de género, allí es en donde la sexualización se convierte en una condición, y eso no tiene porqué soportarse. Se le termina por dar un lugar de objeto, estableciendo una relación de asimetría y poder. Hay que apropiarse de la imagen y derechos, pero no usarla como una herramienta para la obtención de un puesto que establece una posición de poder.

-¿ Es decir una cosa es elegir vestirme como a mí me gusta, y otra condicionar mi género a la obtención de un trabajo en función de alquien, que quiere sexualizar mi imagen?

Tal cual. Tenemos que escucharnos y sernos fieles sin caer trampas de imposición, que replican lógicas machistas.

Minnie Mouse, dijo "basta" y levantó revuelo


Aunque las mujeres popularizaron el uso de los pantalones hace casi 100 años, algunos usuarios se pusieron furiosos en las redes sociales por el nuevo estilo de Minnie. Tanto Disney como la diseñadora del nuevo look, Stella McCartney, tuvieron que salir a dar explicaciones. ¿Una manera más de mostrar el machismo y cánones sexistas vigentes, incluso en lo simbólico que implica un dibujo animado? Para pensarlo y seguir derribando paradigmas impuestos.

Si bien los dibujos animados, las temáticas de los mismos y su razón de ser también han ido cambiando en el tiempo su mirada, que el cambio de look de una figura icónica como Minnie, generara polémica hace poco, develaría que aún queda mucho camino por recorrer.

Recordemos que Minnie Mouse se desprendió hace poco de su conocido vestido de lunares rojos y de sus bombachón blanco con volados para lucir (de forma temporal)  un traje pantalón azul con lunares, diseñado por McCartney. El motivo formó parte de la celebración del 30 aniversario de Disneyland París, ni más ni menos. Sin embargo algunos fans se alarmaron y en las redes sociales llegaron a realizar acusaciones disparatadas contra Disney, tan intensas como decir que "se intentaba tapar problemas más importantes, como la inflación".

Incluso las reacciones al traje pantalón de Minnie fueron tantas y tan variadas que "Minnie Mouse" y "Stella McCartney" estuvieron entre los términos más buscados en Google.

La diseñadora por su lado sostuvo: "Minnie siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón, compartimos los mismos valores. Por eso mismo, quería un traje especial para ella, que reflejara la felicidad, la libre expresión y la autenticidad que encarna". ¿Clarito no?

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