El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este miércoles el desembolso de u$s7.500 millones para la Argentina, una decisión clave en momentos en que la conducción económica apunta a recomponer las reservas en divisas del Banco Central.
“Es un paso muy importante en la administración de la hipoteca que Macri le dejo a la Argentina”, señaló el ministro de Economía Sergio Massa tras conocerse la decisión del Board.
El diario Ámbito Financiero señaló que "a fines de julio pasado, las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la quinta y sexta revisiones”.
El FMI considera que desde la finalización de la cuarta revisión el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante.
Evaluaron que los objetivos clave del programa hasta finales de junio no se cumplieron debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como los desvíos y retrasos en las políticas.
En medio de la crisis económica, el Gobierno salió al cruce de los incrementos de precios, con una medida esperada por todos: el pago de un Ingreso Familiar de Emergencia o suma fija para algunos trabajadores y desocupados.
Si bien la única certeza es que habrá una suma fija o esta especie de IFE no señalaron el monto ni cuándo se pagará, pero sí se han deslizado varios montos y fechas para abonarse.
Entre todas las opciones que se barajaron, está la que propuso el titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yaski, quien señaló que debería ser un IFE de $75.000 para los asalariados que menos cobran y desocupados.
En ese sentido, el dirigente sindical propuso "un aumento inmediato a través de una suma fija", que estimó en unos "75.000 pesos mensuales para todos los trabajadores".
"También debemos resarcir a los jubilados de la pérdida que significa la remarcación de precios. Debemos enfrentar al sector empresario que en estos tiempos logró un aumento de la renta del 30 por ciento superior a la inflación", enumeró.
El gobierno junto a la Central General de Trabajadores (CGT) evalúan, para después de las primarias, una suma fija para que ningún trabajador gane un salario por debajo de la línea de la pobreza.
En ese sentido, esta suma fija variaría según el sueldo de cada trabajador. El importe se tendría que calcular según la Canasta Básica, la cual en junio registró un valor de $ 232.426 como límite para la pobreza de una familia tipo.
Desde la central obrera señalaron: "venimos conversando con Sergio Massa desde hace un par de meses la posibilidad concreta de una suma fija aplicada sobre los salarios formales de aquellos trabajadores cuyos básicos de convenios estén por debajo de la línea de la pobreza. Siempre y cuando no afecte la soberanía ni el rol protagónico que tiene cada actor en las paritarias", aclaró el jefe de la Uocra, Gerardo Martínez, y responsable de la "cancillería" de la CGT. El dirigente agregó que la metodología instrumental "todavía está en veremos" pero que en las conversaciones el ministro les aseguró: "tenemos que ir en esa dirección".
En ese sentido, Martínez señaló que esta medida sería "una mirada hacia aquellos sectores golpeados que, estando en la formalidad, no alcanzan a cubrir con sus ingresos la canasta de la pobreza".
Otra opción que se barajó fue un bono de $10.000 a pagar en septiembre. Este se repetiría en octubre.
Este nuevo IFE lo percibirían:
Este nuevo IFE se pagaría en septiembre y podría repetirse en octubre, dependiendo el monto.
El nuevo IFE tiene un valor que va de los $10.000 a $75.000
El anuncio sería el miércoles o jueves de la semana próxima
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