(Por Noelia Centeno)
¡¡¡Qué difícil separarse!!! Detrás de la decisión de separación (cuando esta es pensada y no se toma de forma impulsiva y cuando ambos consideran que es lo mejor porque como vienen no quieren seguir) muchas personas refieren que alrededor de un año o dos antes, comenzaron un proceso de distanciamiento emocional. Esto es a desconectarse de la pareja, tener menos gestos amorosos, menos intimidad sexual, menos comunicación incluso muchas personas evitan llegar a casa.
Es importante que sepas detectar a tiempo cuando tu pareja no va bien. Pocas veces la ruptura de una pareja no tiene ninguna causa.
Los vínculos tienen síntomas, se enferman. Detectar a tiempo, pedir ayuda genera que a veces, y digo a veces porque no solo basta la idea de pedir ayuda, si no que se necesitan GANAS de ambos integrantes de la relación para salvar el vínculo.
Entendiendo que el distanciamiento emocional no sucede de un día para el otro, es progresivo esa desconexión, ese alejamiento. Muchas veces cuando el abismo emocional de una pareja lleva mucho tiempo, por momentos desconoces al otro. Son dos convivientes en la misma casa, donde sienten que tienen poco en común.
Es verdad que muchas parejas se quedan en la etapa de divorcio emocional, pero no consuman la acción de separarse, por culpa, por miedo, por pena.
Mi consejo es que ojalá alguna vez comprendamos que a los vínculos es necesario cuidarlos, alimentarlos, protegerlos del deterioro del tiempo. Y sobre todo saber que cuando se enferman, es necesario ayudarlos a sanar, mediante terapia de pareja, o haciendo cosas juntos que los ayude a conectar y reencontrarse. No esperes cuando ya no exista más nada para hacer que te ayude a salvar el vínculo.
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