Sexología

El Consultorio: tres ejercicios para fortalecer el pene y evitar las disfunciones sexuales

Son tan fáciles que se pueden practicar mientras haces otras actividades. Incluso, podés hacerlos en público porque nadie lo notará.

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Redacción ElNueve.com
1 de septiembre de 2022 | 18:08

(Por Eva Rodríguez) 

Los ejercicios de suelo pélvico no son cosas solamente de chicas. Puede que estés interesado en empezar a entrenar esta parte de tu cuerpo para tonificarla y de esta forma evitar (o mejorar) algunos problemas como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y también mejorar el control de la orina, los gases y la material fecal.

Entrenar regularmente los músculos de todo tu cuerpo se traduce en un mejor funcionamiento, fuerza y elasticidad para todas las funciones del cuerpo. Puntualmente, entrenar los músculos del suelo pélvico hará será que los órganos contenido en el mismo y los músculos que allí se encuentran respondan mejor a todo tipo de demanda.

1er PASO: La Localización

Si nunca has buscado y movilizado conscientemente este grupo muscular que se llama “suelo pélvico”, puede ser que al principio te venga bien un GPS.

El “suelo pélvico” son músculos que se encuentran en la parte inferior de nuestra pelvis y sostienen a los órganos pélvicos, la vegica, la próstata, el recto, etc. Si quisieras hacer un primer acercamiento fácil a tu suelo pélvico podés colocar 2 dedos en tu PERINEO: zona comprendida entre los testículos y el ano. E imaginando que estás orinando y querés cortar el chorro de orina sentirás una contracción de la musculatura en esa zona, un poco de tono muscular más firme y los testículos deberían retraerse como hacia adentro de tu cuerpo (suavemente).

A modo de prueba para ver en qué condiciones se encuentran estos músculos de tu suelo pélvico, podés llevar a cabo la práctica de cortar la orina, “cortar el chorro”. Solamente para chequear como se encuentra tu musculatura en este momento. Esta práctica de interrumpir la orina no es para realizarla cotidianamente, ya que podría interferir en el funcionamiento normal de la vejiga.

De momento eso es todo lo que ten que realizar en tu primer paso, una vez localizada la zona, ahora sí, vamos a entrenar. 

2do PASO: Entrenar un poquito cada día

+Tirado en el suelo con las rodillas flexionadas, es la mejor postura para entrenar los KEGEL. La pelvis está bien ubicada, en el colchón de la cama podés terminar teniendo una mala postura.

En esta postura tu cadera y pelvis quedan relajadas, la fuerza de la gravedad te ayuda en esto, y tenés bastante conciencia de como están tus músculos y estructuras mientras realizas los ejercicios. Te recomiendo que palpes con tus 2 dedos la zona mientras estás trabajando, al menos las primeras veces, para comprobar efectivamente que los estás realizando de forma correcta.

+Una vez que dominas los ejercicios en el suelo, podés pasar a realizar los ejercicios en una silla sentado en el borde de la misma. En esta postura se vuelve más difícil contraer el suelo pélvico, pero con paciencia y constancia podrás lograrlo al igual que en la posición acostado.

+Por último, podés pasar a entrenar realizando las contracciones de Kegel estando de pie. El cuerpo relajado y neutro comenzar a hacer el mismo mecanismo que anteriormente te expliqué.

3er PASO: La Cantidad

Tené muy presente que en estos ejercicios, al igual que en cualquier entrenamiento físico que realices, cuenta más la CALIDAD que la CANTIDAD. Lo importante es al realizar las contracciones del suelo pélvico notar que las estamos haciendo correctamente. Y a partir de allí ir evolucionando en calidad según vayamos pudiendo, progresivamente.

Como idea para comenzar, podrías intentar contraer tu suelo pélvico 8 veces con una duración de 8 segundos cada vez. Si nunca has entrenado estos músculos, 8 segundos pueden parecer una eternidad. No te compliques. Anda de a poco. Sostené la contracción la cantidad de segundos que puedas y luego vas ampliando en tiempo y cantidad.

Eventualmente y con el tiempo podés llegar a realizar estos ejercicios en tandas de tres veces al día, 8/12 contracciones cada vez, de 8/10 segundos cada contracción. Recordá que estos ejercicios tienen la ventaja de que con el entrenamiento, no necesitarás de mucho para practicarlos. Parado en una fila mientras esperas, sentado en el cine, o conversando con un amigo por teléfono puedes estar realizando tus ejercicios y nadie se entera.

4to PASO: Errores a evitar 

No compensar con otra musculatura. Por ejemplo, los abductores, la espalda baja, los abdominales. No contraer estos músculos, intentar dejarlos relajados y no forzar el suelo pélvico más de lo que se puede en cada etapa del entrenamiento.

Respirar de forma natural. No guardar el aire, no retener, ni exhalar fuertemente. No es necesario aguantar la respiración. Es necesario inspirar y exhalar con normalidad y a gusto del cuerpo en ese momento.

Relajar. Entre cada contracción hay que relajar y dejar que la musculatura vuelva a su posición. Lo
ideal sería contraer - relajar el mismo tiempo que contrajimos - recién entonces volver a contraer.

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