¿Es el batimovil?

El antojo de un millonario argentino

Pablo Pérez Companc compró un vehículo que cuesta más de 2 millones de dólares y fue la joya en el Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires.

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Redacción ElNueve.com
18 de junio de 2017 | 21:05

El millonario Pablo Pérez Companc, le compró al argentino Horacio Pagani un vehículo que cuesta 2, 3 millones de dólares. Pérez Companc lo bautizó como Black Minion y convirtió al Pagani Zonda Revolutionen el chiche del Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires.

"El deportivo Pagani no tiene seguro y pesa mil kilos, lo mismo que un Fiat 500”, comparó Pablo Pérez Companc y agregó: "sólo hay cinco Zonda Revolution en el mundo".

Todos los autos Pagani se construyen de manera artesanal, customizados de modo personal. El deportivo manifiesta la identidad de su dueño, como una extensión de su personalidad. Se distingue la bandera italiana, dos publicidades, su número favorito -el 69-, su cuenta de Instagram, los colores opacos -"siempre me gustaron los colores oscuros, no me gusta el azul ni el naranja" y el nombre formal del auto: Black Minion.

Que puedo decir, gracias gracias y gracias. Una alegría poder compartir Black Minion con toda la gente. Gracias a los chicos de @salonautoba por la posibilidad que me dieron de mostrar el auto, y a todos los fanaticos por la paciencia y el cálido recibimiento. También no quiero dejar de agradecer a la gente de Audi, Scania, Peugeot y Toyota por dejarme usar sus lounge. Lamentablemente tengo que viajar pero el bebe se queda un tiempo más. Nos vemos en unas semanas para comenzar el Pagani Argentina Tour. Próximamente estaré publicando las fechas de las pruebas en los diferentes autódromos. RIDE OR DIE👹. What can I say, thanks thanks and thanks. A joy to be able to share Black Minion with all the people. Thanks to @salonautoba for giving me the possibility of showing the car, and all the fans for the patience and the warm welcome. I also want to thanks the people of Audi, Scania, Peugeot and Toyota for letting me use their lounge. Unfortunately I have to travel but the baby stays . We'll see you a few weeks to start the Pagani Argentina Tour. Soon I will be publishing the dates of the tests in the different race tracks. RIDE OR DIE👹. #pagani #mercedesamg #buenosaires #carbonfiber #v12 #blackminion #argentina #argentino #rideordie #racecar #race #fastcar #supercar #zonda #zondarevolucion #revo

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Pablo explicó la razón del bautismo: "Mi primer auto superdeportivo fue un Lambo Gallardo que le puse Minion porque era amarillo. Cuando me compré éste dije que tenía que ser el 'Black Minion'. Horacio siempre me carga por el nombre, pero al final le terminó gustando al 'enano'".

Según indico Infobae, Pablo usa el Pagani una vez cada dos o tres meses. Lo utiliza únicamente en pista. Duerme junto a su Huayra BC, su segunda adquisición de la firma de autos deportivos italianos, aunque él prefiera al Zonda Revo.

Pérez Companc declaró que "lo máximo que lo pude poner fue a 310, 315 -kilómetros por hora- pero porque no me alcanzaba la pista, pero por la relación de caja debe ir a unos 360, 370 -kilómetros por hora-. El tema no es la velocidad final porque tiene mucha carga aerodinámica, lo más importante es su grip y la respuesta de motor entre cambio y cambio". La máquina esconde un motor AMG de 12 cilindros en V y 730 Nm de torque, capaz de desarrollar una potencia de 800 caballos.

¿Quién es Pablo Pérez Companc?

Pablo Perez Companc es el sexto hijo de uno de los hombres de mayor fortuna del país: Gregorio Perez Companc, quien según la revista Forbes, está ubicado tercero en el ranking de millonarios de la Argentina con una fortuna de 1.500 millones de dólares; y con 1.154 entre los hombres más ricos del mundo.

Su familia es dueña de la empresa de alimentos Molinos Río de la Plata, una de las principales productoras y exportadoras del país. También de Goyaike, dedicada a la producción de lana y leche, cultivos, biotecnología y ganado. Su mamá María Carmen “Munchi” Sundblad Beccar Varela fue quien fundó la heladería Munchi’s y la que incentivó a su marido para construir el bioparque Temaikèn.

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