Nada es loco. Nada es raro, ni siquiera debería sorprendernos de que se viralice. Poder contarles a los seres amados que han fallecido, los aspectos de nuestra cotidianidad, miedos de la vida misma, o lo mejor y más triste que nos pasa, es una de las tantas maneras de atravesar el duelo, aunque sepamos que no pueden respondernos.
La tecnología en este sentido con sus mensajes de whatsapp, de texto, mails, fotografías digitales (que hasta emulan el movimiento de la persona), videos y animaciones permiten una licencia más, a pesar de la pérdida física: mantener la ilusión de contacto con el número, dirección de mail, o mensaje hacia la persona amada. Y es tan sanador como importante que cada quien, con su duelo a cuestas, se mantenga fiel a ese camino si le brinda alivio.
"A lo largo del tiempo, todas las culturas han tenido distintos rituales para honrar a los muertos. Recordamos a los egipcios con el culto de Abubis, o lo que se vive en México, el día de los muertos. ¿Por qué necesitamos hacer esto? Porque muchas veces es la manera de expresar el afecto que hemos tenido por ese ser. 'Somos', en tanto aquellos que nos han acompañado en la vida. Por eso recordarlos, es una manera de honrarlos", fundamenta Javier Lamagrande (Tanatólogo, docente de Enseñanza Primaria, Media, Adultos y Educación Domiciliaria/Hospitalaria,especializado en cuidados paliativos generales, Pallium Argentina).
-Siempre se habla de los tiempos y etapas de los duelos...¿Cuáles son? Y por otro lado, qué sucede si se vive diferente a lo que la psicología sostiene?
"Desde la Tanatología, y desde la visión de Elizabeth Kubler Ross se hablan de las siguientes etapas: Negación, enojo, culpa, destrozo interior, dificultad de las primeras veces, y dolor fecundo. Estás estabas son personales, no son únicas, no hay un duelo que se parezca a otro ya que depende de la edad, el tipo de relación que se ha tenido, el sexo, las causas de la muerte, las experiencias previas y las creencias religiosas. Lo importante es entender que cada persona es única como su manera de transitar el dolor.
-¿Cuándo un duelo se puede tornar patológico o negativo y por qué?
"Todo duelo demanda un tiempo, se estima aproximadamente como un año. Esto, vuelvo a repetir depende de la relación, la edad, el vínculo, y otros factores. Pero pasado el año se sugiere que se busque acompañamiento. Poniendo como punto fundamental que estar en duelo no es estar enfermo o depresivo. Es decir 'estoy triste por una pérdida y necesito mi tiempo para elaborarlo', y ese tiempo es personal".
-¿Qué espera en el fondo la persona que queda, respecto al ser que ya no está, sabiendo que no puede contestarle, pero aún así haciendo uso de la tecnología para contarle cosas?
"Recordar a los seres queridos es parte de recordar nuestra historia compartida con ellos. Por eso videos, música, grabaciones nos acercan en el recuerdo a ellos. Lo que buscamos es recordarlos. No es patológico, no es atarlos, es recordarlos y valorar el tiempo compartido.
-¿Hay duelos más dolorosos o difíciles de transitar que otros? (el de un hijo por ejemplo)
Sí, hay duelos que cuesta más transitarlos: duelos de hijos o duelos por asesinatos. Eso que no esperamos. Los duelos que se han dado en la pandemia por Covid han hecho sentir que la muerte inesperada y en soledad, genere la sensación de no haberse despedido, y hace dificultoso el proceso del duelo.
-¿Qué mensaje respecto al duelo, la ausencia y ese vacío podés brindarnos para transitarlo de la mejor forma posible?
"Más que nada saber que estar en duelo es estar triste, y que estar triste no está mal. Que si un golpe en el cuerpo o una operación demanda un tiempo para la recuperación, el golpe que sufrimos por una pérdida demandará un tiempo personal para estar bien. Algunos duelos dejan la cicatriz y hay que saber convivir con el recuerdo del que físicamente no está ya junto a nosotros, pero que sabemos, es parte de la historia de nuestra vida. Lo fundamental es que nos atrevamos a darnos el tiempo para elaborar todo. No podemos pasar de un momento a otro. Debemos parar y dar el lapso que es necesario para ese proceso".
"Es importante que desde pequeños podamos hablar de la muerte y de los procesos del duelo. Ya que la vida es una sucesión de pérdidas. Dejo de ser bebé para ser niño, dejo de ser niño para ser adolescente, dejo de ser estudiante para ser trabajador. Si aprendemos a 'cerrar esas etapas' estaremos más tranquilos. Cuando una perdona fallece a veces la impotencia que sienten los que nos rodean nos condiciona, y hace que nos sintamos culpables de estar tristes o de ver videos o fotos. Nos dicen que debemos seguir, que lo estamos amarrando, que 'si estuviera aquí, le gustaría que estemos bien'. Lo que yo sugiero que le demos a la persona en duelo, es el tiempo y el respeto que se merece para despedir a su ser amado. Y ese tiempo es personal y único", concluyó.
Mirá la nota que además brindó el Docente, y Tanatólogo Javier Lamagrande, para Cada Día.
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