Una madre soltera de 28 años fue raptada por dos hombres que la violaron e incapacitaron antes de envolverla en una manta y quemarla viva. Luego, se sacaron una selfie para celebrar la atrocidad que habían hecho.
La joven habría contratado a estos hombres para realizar algunos trabajos, pero cuando llegó hasta casa de uno de ellos para discutir los detalles, los dos obreros la atacaron, violaron durante cuatro horas y después la trasladaron en su auto para matarla quemándola viva.
Quyen Nguyen se llamaba esta madre de origen vietnamita que vivía en Londres, y sus atacantes se llaman Stephen Unwin y William McFall, que fueron detenidos por la policía y están siendo enjuiciados.
El auto de la víctima, un Audi A4, fue hallado después de que reportaron a la Policía que habían escuchado explosiones en la zona.
Los bomberos encontraron un "fuego feroz" y el cuerpo gravemente quemado de la víctima boca abajo en la parte trasera del automóvil, envuelto en una manta.
En el juicio, se conoció que McFall se tomó una "selfie sonriente" junto Unwin en otro automóvil después de asesinar a la mujer.
La joven llegó a la casa de Unwin, quien inmediatamente le envió un mensaje a McFall que decía “Vamos a violarla”, por eso su amigo llegó al lugar. Días antes habían intercambiado mensajes similares sobre la mujer, por lo que se cree que habían planeado la violación tiempo atrás.
Si bien no niegan el hecho, los acusados se acusan mutuamente de la muerte de Quyen, quien llegó a Inglaterra en el 2010 desde Vietnam y conoció a sus verdugos por los trabajos que habían realizado en diferentes casas.
Aún no se conoce por qué la madre soltera, que era tan pequeña, se animó a ir a la casa del hombre, pero entre los detalles macabros que se conocieron en el juicio, se hizo notar que la mujer aún estaba viva cuando prendieron el auto en llamas.
Además, la mujer se vio obligada a dar los datos de su tarjeta de crédito, por lo que los hombres también le robaron.