Este miércoles, la Cámara de Diputados comenzó su sesión tras reunir el quórum necesario a las 11:15, con 131 legisladores presentes. El oficialismo, liderado por La Libertad Avanza y aliados como el PRO, parece estar en condiciones de ratificar el veto del presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria, mientras la oposición lucha por reunir los votos necesarios para revertirlo.
La estrategia de la oposición, que buscaba obtener los dos tercios de los votos para insistir con la ley, se desmoronó rápidamente. La UCR, Encuentro Federal y la Coalición Cívica evaluaron como alternativa una moción para salvar parte del articulado, pero su plan fue truncado ante el rechazo de Unión por la Patria, que argumentó que violaba el reglamento de la Cámara.
El radicalismo, profundamente dividido, terminó de enterrar cualquier esperanza de revertir el veto. La fractura interna se hizo evidente con la aparición de cinco diputados radicales en la Casa Rosada, lo que simbolizó la falta de unidad dentro del partido. Esto dejó al bloque oficialista al borde de consolidar los 86 votos que necesitaban para frenar la mayoría opositora.
La oposición, que aspiraba a reunir la mayoría especial para insistir con la ley jubilatoria, no solo se quedó lejos de lograrlo, sino que las ausencias dentro de sus propias filas complicaron aún más el panorama. En particular, la bancada radical anticipó varias ausencias clave que facilitarán la tarea del oficialismo. Además, Encuentro Federal enfrenta la negativa del gobernador entrerriano Rogelio Frigerio, quien ordenó la abstención de Francisco Morchio, debilitando aún más los esfuerzos de la oposición.
A menos que ocurra un giro inesperado, La Libertad Avanza se encamina a sellar la ratificación del veto presidencial, con la ventaja de que la oposición no tiene los números ni la unidad para bloquearlo.