La música siempre estuvo presente en “Cook & Jazz Live at Park Hyatt Mendoza”. Desde la recepción de este exclusivo evento organizado por el hotel y Banco Supervielle Identité, hasta la elaboración de la propuesta gastronómica.
Cada acorde tuvo un sentido y un propósito. Al comienzo, y antes de ingresar al mítico Salón de los Espejos, un repertorio de piano en vivo fue el maridaje perfecto para que los invitados degustaran un exquisito espumante de Bodega Monteviejo.
La noche estuvo cargada de charlas, flashes y el sabor inigualable que aporta la nostalgia al rememorar aquella mitad del siglo XX, en el que el reconocido trompetista Miles Davis grabó en vivo, junto a su banda, uno de los mejores discos de jazz de la historia: “Cookin”.
En el mismo lugar –que, en antaño se llamó Gran Plaza Hotel y donde se vivieron las galas más increíbles de la provincia- se realizó este evento de características únicas. Con dresscode elegante, los invitados se acercaron a disfrutar de una cena temática cinco estrellas, en la que el jazz fue –sin dudas- el leiv motiv indiscutido de la noche.
No sólo porque la Dj Agustina Antonini sorprendió con exclusivos sets que enaltecieron al género; ni porque el reconocido trompetista Gillespi junto a su banda, tocaron en vivo hasta llevarse la mayor de las ovaciones; sino porque hasta el menú de la velada estuvo inspirado en el jazz y su historia.
La chef de Park Hyatt Mendoza, Montserrat Martiarena y la chef invitada Nadia Harón idearon un exquisito menú temático de cuatro pasos, que estuvieron maridados con deliciosos vinos de Marcelo Pelleriti y Bodega Monteviejo.
Primer paso: “Saint Louis” (Ciudad donde se forma el jazzista Miles Davis). Brick de queso camembert, con cebollas caramelizadas al chardonnay. Maridaje: Lindaflor Chardonnay 2015, Bodega Monteviejo.
Segundo paso: “Chicago” (Ciudad donde importantes músicos del jazz migran, para grabar sus primeros discos). Sopa de rabo de buey. Maridaje: Gillespi Malbec 2015, de Marcelo Pelleriti Wines.
Tercer paso: “New Orleans” (Sin dudas, la cuna del jazz). Bondiola braseada en bourbon sobre camote y avellanas. Maridaje: Lindaflor Malbec 2010, Bodega Monteviejo.
Cuarto paso: “New York” (Ciudad en la que grandes artistas del jazz forjaron su reputación). Cheesecake de vainilla, espuma de frutillas y crocante de chocolate. Maridaje: Petite Fleur Torrontés 2015, Bodega Monteviejo.