Un niño de 3 años fue salpicado con ácido en una tienda en la ciudada inglesa de Worcester, y sufrió graves quemaduras en la cara y en los brazos. El ataque ocurrió en un supermercado, y las autoridades inglesas detuvieron por el hecho a 4 hombres.
"El incidente ha conmocionado a la comunidad local y me gustaría asegurar a todas las personas que estamos llevando a cabo una investigación exhaustiva", declaró el superintendente de la policía West Mercia, Mark Travis.
Las autoridades han registrado un sostenido incremento de este tipo de delitos. En algunos casos se trata de pandillas delictivas, pero en muchos otros se vinculan a episodios de violencia de género e intrafamiliar.
En Londres, durante 2017 se registró un pico de episodios violentos. Según las estadísticas policiales, el año pasado se alcanzó un pico histórico de ataques, con un crecimiento de 50% en relación al año anterior.
Las víctimas en Gran Bretaña son predominantemente hombres, en su mayoría menores de 30 años. Entre los atacantes, uno de cada cinco era menor de edad.
La epidemia de ataques con ácido ha dejado, además, a numerosas personas con ceguera o daños irreparables en sus rostros.