#Justicia.

Declaró Gil Pereg: "Mi madre me habla todas las noches en mi cabeza"

Este martes es el penúltimo día del juicio por el doble crimen de su madre Pyrhia Saroussy (63) y de su tía Lily Pereg (54). Esta vez, el hombre gato decidió hablar y no maullar.

2 de noviembre de 2021 | 14:19

Este miércoles llega a su fin el juicio a Gil Pereg y antes de que concluya, el único imputado y principal sospechoso decidió dejar de maullar y habló para dar a conocer su versión.

Gil Pereg fue tajante en aclara que "Yo no maté a mi mamá" y señaló que "están secuestradas. Mi madre me habla todas las noches en mi cabeza".

En ese sentido, Pereg realizó una breve reseña de su vida y problemas mentales: "pasé encerrado en una habitación ocho meses cuando estaba en el ejército".

Por la misma línea de declaración señaló que "entendí que era muy feo el mundo" y reforzó que con las únicas personas que hablaba era "mi mamá y mis abuelos".

Pereg aclaró, además, que fue en esa época que empezó "a vivir como un gato" y" ahí me internaron".

En esa línea señaló que ya en esa época en Israel "andaba desnudo en la calle y comía alimento en el piso, como los gatos. Entonces mi madre me dijo que me fuera a vivir a otro lado y que ella me mandaría plata".

Su estadía en Mendoza

Sobre su estadía en Mendoza señaló que continuaba actuando como gato, aunque para interactuar tenía que "vivir como una persona de dos patos y luego cuando volvía a casa seguía viviendo como gato".

Las muertes

Sobre la muerte de su madre y tía señaló: "mi madre y mi tía siguen vivas" y dio su coartada sobre el caso: "fueron secuestradas y están en un lugar oscuro del que no pueden salir. Mi madre me habla todas las noches, dentro de mi cabeza. Me dice que tengo que salvarla, y yo le digo que no puedo porque estoy encerrado".

Sobre los cuerpos hallados en su casa señaló: "Es mentira que han encontrado los cuerpos en el terreno mío. Y si encontraron algo, fue algo plantado".

"No habito el mundo de ustedes"

Gil Pereg señaló: "Me culpan porque no habito en el mundo de ustedes, porque vivo en forma precaria. Yo siempre he querido a mi madre y a mis hijos (sus gatos). Jamás podría hacerles algo. Pero armaron allanamientos en mi predio y no encontraron nada; y después aparecieron estos cuerpos el sábado, que no sé de quiénes son porque no los vi".

El caso

El 11 de enero de 2019, las hermanas Pyrhia Saroussy (ciudadana israelí) y Lily Pereg (ciudadana israelí y australiana) llegaron a Mendoza porque tenían negocios en la provincia.

Se trataba de cinco empresas radicadas en Guaymallén, que fueron creadas entre 2011 y 2015, y que estaban a cargo de Nicolás Gilad Pereg, hijo de Pyrhia.

Al día siguiente, el sábado 12, por la mañana salieron junto a Pereg, abordaron un colectivo en la calle Lavalle y se fueron hasta la propiedad ubicada en calle Roca, frente al Cementerio de Guaymallén.

Después de eso, nada se supo de las hermanas. El propio Pereg fue el encargado de radicar la denuncia por el paradero de su madre y su tía.

Cuando fue entrevistado por los detectives, aseguró que había quedado en pasar a buscarlas el domingo por el edificio en el que estaban parando, pero que no las encontró allí.

Con el pasar de los días, se transformó en el principal sospechoso para los investigadores y, tras casi dos semanas una prueba lo complicó: se constató que las manchas de sangre halladas en su propiedad pertenecían a las mujeres.

Por eso, el viernes 25 de enero, Pereg fue detenido y horas después la fiscal Claudia Ríos lo acusó por los delitos de homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificación que prevé como única pena la prisión perpetua

En tanto, los cadáveres de Pyrhia y Lily fueron hallados el sábado 26 de enero en la vivienda del acusado. Los restos estaban enterrados a dos metros de profundidad. Habían sido tapados con piedras y tierra junto con sus pasaportes.

 

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