El actor Matthew Perry, fue hallado sin vida el pasado 28 de octubre en la piscina de su casa en Los Ángeles (Estados Unidos).
Perry logró su popularidad gracias a "Friends", una serie acerca de un grupo compuesto por seis amigos: Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc y David Schwimmer y Matthew que duró diez temporadas entre 1994 y 2004.
Además, protagonizó películas como ‘The Whole Nine Yards’, en la que compartió pantalla con Bruce Willis.
Según confesó el propio Matthew Perry en su libro Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing (2022), mientras formaba parte del elenco de ‘Friends’, el actor sufrió varios episodios de adicción a las drogas y al alcohol.
Según informó el Departamento Médico Forense de Los Ángeles, “La causa de la muerte del actor Matthew Langford Perry, de 54 años, fueron los efectos agudos de la ketamina”.
“Los factores que contribuyeron a la muerte de Perry incluyen ahogamiento, enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina (utilizada para tratar el trastorno por consumo de opioides). La forma de muerte es accidente”, detallaron.
El informe toxicológico no reportó rastros de alcohol, metanfetamina, cocaína, heroína, PCP ni fentanilo.
Los socorristas encontraron a Perry inconsciente en una piscina de su casa en Los Ángeles el 28 de octubre y no pudieron reanimarlo, según informaron las autoridades.
De acuerdo con los testimonios recopilados por los investigadores, el actor había permanecido sobrio durante los últimos 19 meses y había dejado de fumar dos semanas antes de fallecer.
En la residencia no fueron encontradas drogas ilícitas o alcohol
Perry, cuyo personaje sarcástico y tierno hizo reír a millones, había lidiado con varias adicciones y graves problemas de salud durante años. Pero su sorpresiva muerte causó conmoción.
La ketamina, que tiene uso recreativo, también es una droga utilizada en algunos casos para tratar la depresión.
Se trata de una droga de uso recreativo que mitiga el dolor, provoca olvido, intoxicación, disociación y euforia. También se utiliza cada vez más bajo supervisión médica para tratar la depresión. Esa aplicación fue aprobada por la FDA en 2019.
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