Los maestros son los más vulnerables a las enfermedades de las cuerdas vocales por la falta de entrenamiento foniátrico. A veces el aula, se vuelve un campo de batalla auditivo y gana el que más grita.
Un estudio epidemiológico de la Universidad de Buenos Aires, sobre la salud de la voz en los docentes revela que el 27 por ciento de los maestros y profesores del país tiene algún entrenamiento vocal y el 16 por ciento lo realizó en el profesorado.
Según la Sociedad Argentina de la Voz, que realizó una encuesta con docentes del todo el país, el 47% de los docentes percibe que su voz tiene algún tipo de alteración, mientras que el 62% dice que siente molestia al hablar, como tos, dolor, ardor, picazón, sequedad o cansancio.