Uno de los rubros exceptuados de la cuarentena obligatoria y que puede mantener sus puertas abiertas son las ferreterías.
En esta situación, las ferreterías urbanas que tienen como principales clientes a instaladores, gasistas y plomeros no están trabajando, están perdiendo sus clientes habituales y están vendiendo hasta un 90% menos de lo que habitualmente hacían.
Otras especializadas han mantenido su ritmo de ventas pero todas coinciden en que el problema es que no están trabajando las fábricas.