Familia

Crianza: ¿Cómo lidiar con adolescentes conflictivos?

Cuando esta etapa llega, si bien son esperables determinados tipos de comportamientos y cambios, otros se acodan casi en la violencia o la falta de límites. ¿Cómo construir puentes para que las relaciones funcionen?

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Redacción ElNueve.com
2 de octubre de 2023 | 22:35

La etapa adolescente atraviesa a todos sin excepción: reacciones desmedidas, desencuentros y actitudes desafiantes parecieran estar a la orden del día. Sin embargo, para todo hay límites, y es desde ese lugar en donde padres, madres y los hijos deben poder transitar esta época tan linda como compleja. 
A raíz del caso de Ernestina Pais (aparentemente se dijo que el joven de 19 años la habría agredido por un tema doméstico) puso en el tapete o la inversión de roles, o en el mejor de los casos, los límites entre padres e hijos. 

Cuando un hijo toma el control, el progenitor, en tanto que guía, entra una situación muy incómoda. El pulso y el desafío continuo pueden llevar a la inversión de los roles: los hijos se convierten en los “patrones” de la casa. Estamos por tanto frente a un hijo “tirano”, un hijo que insulta descalifica, ofende, manipula y que incluso es capaz de agredir a sus padres. En general, el objeto de la violencia es el progenitor más débil, muy a menudo las madres, que no sabe cómo reaccionar y defenderse. 
¿Cómo dirimir entre lo esperable de una etapa (la adolescencia) y lo que no es aceptable en términos de límites amorosos? Como bien argumenta la psicóloga Noelia Centeno “el adolescente va cambiando, su cerebro mismo lo hace, cuestiona y no mide consecuencias, por eso es muy importante como se incorpora el entorno. El chico no necesita ser aprobado por sus padres, sino por su contexto. De allí el valor de los amigos ya que en la adolescencia se necesita poder ‘pertenecer’. Busca y necesita esa validación de allí la importancia de con quién se junta un adolescente”. 


-¿Cómo se posiciona ante este cambio tan rotundo y fuerte el papá y la mamá? 
Ante esta etapa de “receteo” de lo que les pasa a los chicos, su cerebro va a buscar dopamina. De allí algunas conductas en donde se buscan los primeros consumos de alcohol, u otro tipo de sustancias en donde “se prueban”. Se suman las primeras experiencias sexuales en donde todo es cambio en búsqueda de placer.  

Como padres tenemos que dar un paso para atrás para que trabajen en su autonomía y se equivoquen. Eso no implica dejarlos a la buena de Dios, sino tener una conducta de protección, pero también de generar espacios de búsqueda para ellos y su identidad. 


-¿Qué pasa cuando vemos que están en riesgo? 
Indefectiblemente intervenimos. Tenemos que estimular su identidad, eso implica entender que el adolescente no es una prolongación nuestra: no piensa ni siente como nosotros, ni les van a gustar las mismas cosas. Tenemos que ayudarlos a que encuentren qué quieren de la vida, qué les gusta, en qué se identifican. Todo en esta etapa se vive de una manera súper intensa, porque no hay una gestión emocional ni en el miedo, la tristeza, o la ira. 


-¿Qué se hace cuando el hijo se muestra agresivo? 
Lo primero es ver y analizar la manera en que nos dirijimos y manejamos unos con otros en el hogar, eso de base. El chico o la chica no nacen de un repollo, vienen de un contexto. Segundos límites claros, cómo un grito o acción desmedida hacia el adulto tiene una consecuencia: no te voy a llevar por ejemplo a la fiesta, ya que el amor y tiempo del padre y madre están, pero si no hay respeto, las ganas de llevarlo a la fiesta se esfuman, como consecuencia de una acción (portazo, gritos, falta de respeto) en donde el límite se marca amorosamente, pero firme. Eso también es amarlos. 
La profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota

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