El presidente Alberto Fernández participó de una conferencia con líderes latinoamericanos y caribeños, en forma virtual y convocada por el gobierno español, que concluyó con una declaración conjunta, en la que los países reiteraron la necesidad de “adoptar un enfoque innovador y ambicioso que permita mitigar el impacto de esta crisis” y responder "de forma oportuna y decidida".
Impulsamos la iniciativa 'Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante el #COVID19'. Los países de la región deben contar con el apoyo suficiente para luchar contra la pandemia, dinamizar sus economías y promover sociedades más justas, inclusivas y sostenibles pic.twitter.com/X9wz6XtFFc
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 24, 2020
Fernández pidió el "alivio inmediato de la deuda de los países más pobres del planeta" y se sumó así a un llamado conjunto formulado por Estados latinoamericanos, del Caribe y España para que el FMI y otros organismos internacionales den una respuesta "oportuna y decidida" a la región, frente a la crisis mundial causada por la pandemia de coronavirus.
En el documento se postuló también que los bancos y organismos financieros internacionales aumenten los recursos destinados a la región, flexibilicen sus instrumentos y agilicen los procesos de desembolso, entre otras cuestiones.
De acuerdo con las proyecciones dadas a conocer por el Banco Mundial y la OCDE, en enero de este año, previo a la irrupción de la pandemia de Covid-19, Argentina era el único país de un grupo de 15 naciones de la región y Europa, más Estados Unidos, cuya economía estaba previsto que cayera 1,3%.
Sin embargo, la aparición del coronavirus revirtió estas previsiones, haciendo que no sólo los 15 países mostraran números negativos en las proyecciones difundidas este mes por el Banco Mundial y la OCDE, sino que Argentina pasó de ser el país con peor comportamiento de su economía a estar entre los que menos deterioro registra.
Si bien la proyección de la evolución de Producto Bruto Interno (PBI) para la Argentina resulta de una caída de 7,3%, no sólo está en línea con el desplome de la región, del orden del 7,2% según el BM, sino que la diferencia con las cifras de enero que dan un diferencial de 6 puntos negativos.
Este número es muchísimo más bajo que otros diferenciales negativos, como por ejemplo Perú, que alcanza a 15,2 puntos, porque pasó de esperarse un crecimiento de su economía de 3,2% a una estimación de derrumbe del 12%.
Lo mismo sucede con España, Francia e Italia, donde se proyectaban crecimientos 1,6%, 1,2% y 0,4%, respectivamente, para este año, y ahora se aguardan derrumbes del 11% en los tres casos.
En Brasil, las estimaciones de enero indicaban un crecimiento de 2%, pero ahora se prevé una caída del 8%.
De los 15 países, sólo Paraguay experimenta un deterioro menor al de Argentina, con un diferencial negativo de 5,9 puntos porcentuales, entre la estimación de enero de crecimiento de 3,1% y la actual, de caída de 2,8%.
Incluso Argentina está mejor parada que Uruguay, que registra un diferencial negativo de 6,2 puntos entre un crecimiento esperado de 2,5% previo a la pandemia, y una caída de 3,7% de acuerdo con los últimos números.
En el caso de Estados Unidos, del que se esperaba un crecimiento de 1,8% de su economía, ahora las proyecciones dan cuenta de un derrumbe del 6,1%, lo cual da un diferencial negativo de 7,9%.
Aun tomando los números absolutos de caídas de los PBI de estos 15 países esperados para este año, la de Argentina será menor a las de Perú, España, Francia, Italia, Brasil, México (-7,5%), Ecuador (-7,4%).
Y esa caída del 7,3% esperada para Argentina este año no será mucho peor que la de Alemania, del 7%; y Estados Unidos, del 6,1%.