El gobernador Alfredo Cornejo arribó al aeropuerto, el viernes al mediodía, y brindó una conferencia de prensa en la que dio los detalles acerca del encuentro con Mauricio Macri, quien le dijo que se daría marcha atrás con el proyecto de aplicar un impuesto interno a los vinos y espumantes.
El mandatario sostuvo que Mendoza persuadió a la Nación de no aplicar el gravamen a través de argumentos sólidos: “Hemos sido escuchados. Los persuadimos con argumentos de calidad, que no sólo son sólidos sino también con validaciones técnicas”.
Cornejo aseguró que “un impuesto interno es un impuesto que va siempre a la baja y perjudica al productor primario, es decir que perjudica al más débil de la cadena. Es perjudicial para el eslabón más bajo de la producción”.
A la vez, Cornejo no capitalizó lo ocurrido como un triunfo político y dijo que no lo interpretó como una “marcha atrás que debilita al Gobierno”. Para el mandatario las provincias dialogan con Nación.
En cuanto a la reforma tributaria, Cornejo detalló que “la Argentina tiene que hacer una reforma tributaria y laboral. Nos está costando salir de la inflación. En el corto plazo se ha optado por ir reduciendo gradualmente la circulación de moneda y tomar deuda en el exterior. Pero va a llegar un tiempo en que no le van a prestar más a la Argentina si no bajamos el déficit público”.