Aunque muestra mejoras en su estado de salud, los médicos mantienen un pronóstico reservado. El sumo pontífice envió un mensaje de agradecimiento por el apoyo recibido y una reflexión sobre la paz y el voluntariado.
El papa Francisco continúa internado en el hospital Gemelli de Roma y, aunque no ha aparecido en público desde su ingreso, envió un mensaje en el que agradeció el apoyo recibido y reflexionó sobre la paz y el voluntariado.
El Sumo Pontífice expresó su agradecimiento a quienes lo acompañan en oración: “Quiero agradecer a todos los que me muestran su cercanía en la oración: ¡gracias de corazón! Rezo también por ustedes”. Asimismo, manifestó su apoyo espiritual a los participantes de los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana, que se llevarán a cabo en los próximos días.
Su única comunicación directa hasta el momento fue un audio en español difundido el jueves, donde se lo escuchó con voz cansada y respiración entrecortada.
Aunque el último informe médico indica que su evolución es positiva, su recuperación sigue en curso tras 24 días de tratamiento por una neumonía bilateral.

Un pedido por la paz y un reconocimiento a los voluntarios
Desde su habitación en el hospital, el Sumo Pontífice volvió a expresar su preocupación por los conflictos que afectan distintas regiones del mundo. “Juntos seguimos invocando el don de la paz, particularmente en la atormentada Ucrania, en Palestina, en Israel, en el Líbano y Myanmar, en Sudán y en la República Democrática del Congo”, escribió en su mensaje.
También lamentó el resurgimiento de la violencia en algunas zonas de Siria y pidió respeto para todas las comunidades afectadas.
En el marco del Jubileo del mundo del voluntariado, el papa también destacó la importancia de quienes ofrecen su tiempo para ayudar a los demás. “En nuestras sociedades demasiado subordinadas a la lógica del mercado, el voluntariado es una profecía y un signo de esperanza”, afirmó.
Por otro lado, dedicó unas palabras de gratitud a los trabajadores de la salud que lo asisten durante su internación. “En mi prolongada hospitalización, experimento la ternura y la dedicación de los médicos y agentes sanitarios, a quienes agradezco de todo corazón”, expresó. Y cerró con un mensaje esperanzador: “Necesitamos el ‘milagro de la ternura’, que acompaña a quien está en la prueba, llevando un poco de luz en la noche del dolor”.
Su prolongada ausencia y el debate sobre su continuidad
Desde el Vaticano informaron que la mejoría del Papa, de 88 años, es “gradual y leve”. Sin embargo, los especialistas mantienen la cautela y aún no hay una fecha definida para su alta médica.
A medida que se extiende su internación, crecen los interrogantes sobre su capacidad para seguir ejerciendo sus funciones, especialmente en pleno Jubileo, cuando miles de peregrinos llegan a Roma.
Hasta el momento, el sumo pontifice ha descartado la posibilidad de renunciar, como lo hizo su predecesor Benedicto XVI, y el derecho canónico no establece un mecanismo claro en caso de que su salud afecte su capacidad de liderazgo.