El horror se vivió en una barriada de Rosario. Un hombre asesinó a puñaladas a su mujer y a su hija de tan solo dos años. El diario La Capital de Rosario reconstruyó la escena del crimen.
En la mañana del martes, alertada por los vecinos, La Policía llega a esta vivienda de un barrio típico de Rosario.
Dentro de la casa se encontraban muertas y abrazadas sobre un charco de sangre Fernanda Laconca, de 33 años, y su hija Camila, de 2. Al lado de los cuerpos, en calzoncillos y con un cuchillo Tramontina en la mano, estaba todo manchado de sangre Iván Furiasse, de 34 años, esposo y padre de las víctimas.
El hombre no tenía heridas en su cuerpo. La sangre que lo teñía era la de su familia. El matrimonio no era muy conocido en el barrio aunque hacía tres años que alquilaban la casa en la cual se desató la masacre.
Los dos trabajaban en relación de dependencia en firmas importantes y no tenían problemas aparentes. La investigación arrojó datos como que Iván ya había sufrido problemas psiquiátricos y en enero de este año estuvo un mes internado en una clínica del macrocentro.
Por eso, las hipótesis se centran en que pudo haber tenido un brote psicótico que arrasó con todo lo que hasta ayer fue su vida y la de su familia.
El fiscal Florentino Malaponte llegó al lugar y después de dos horas de trabajo sostuvo que "los vecinos no escucharon gritos ni discusiones, y no hay denuncias de violencia de género que la víctima haya realizado anteriormente, al menos es lo que sé hasta ahora. A la familia de la mujer le llamó la atención la inasistencia de la pareja a sus respectivos trabajos y vinieron hasta aquí con la policía para ver qué sucedía. Al entrar encontraron la escena bestial".
El matutino rosarino señaló que para el fiscal, y según las primeras pericias realizadas en el comedor de la casa donde se produjo el doble homicidio, el mismo "fue cometido en horas tempranas de la mañana" de ayer.
En ese sentido, Malaponte confirmó que "Furiasse quedó detenido como presunto autor material del hecho en una dependencia policial" y sobre la salud mental del muchacho agregó que "hay comentarios sobre sus problemas, pero es una cuestión que vamos a saber a partir del miércoles, cuando hagamos las entrevistas y la imputativa".
La noche del lunes Iván fue a ver el partido de Rosario Central y Godoy Cruz por la Copa Argentina a la casa de un amigo. El hombre estaba bajo medicación psiquiátrica pero aparentemente no cumplía con lo que los médicos le habían establecido. "Por ahí se chupó, como hacía cuando jugaba Central, y como se dio el alta médica él solo, no tenía control", dijo una familiar de la mujer asesinada.
A primera hora de la mañana Fernanda le envió a su hermana un mensaje por WhatsApp alertándola acerca de que Iván estaba mal. Desde ese horario todo parece borrarse hasta que los padres de la mujer llegaron a la casa y se toparon con una escena dantesca.
En el comedor había vidrios rotos, sangre, agua en el piso, y sobre la mesa del comedor Fernanda y Camila abrazadas y con heridas salvajes, casi imposibles, hechas con un cuchillo Tramontina de 15 centímetros de hoja. "Nunca vi algo así", dijo un viejo policía con varias muertes investigadas.