Consejos para madres y padres: cómo ayudar a tu hijo a dejar los pañales

(Por Eva Rodríguez) 

Cada niño y cada niña es un mundo diferente. Ningún niño se parece a otro. Su composición genética es única, su temperamento y personalidad son absolutamente individuales. Sumado a eso su familia, su crianza y los estímulos que reciba por mucho que se parezcan a los del vecino, no van a ser exactamente iguales. Entonces… Si cada niño es único, individual y tiene sus propios ritmos, por qué a veces nos alteramos tanto cuándo nuestro hijo no hace las cosas tal cual lo hace el hijo del vecino.

O a veces estamos tranquilos, pero viene alguien y nos comenta: ¿todavía no camina? ¿todavía duerme con ustedes? todavía usa PAÑALES…? Y empezamos a dudar de nosotros mismos y de nuestros hijos. 

Cada niño y cada niña tienen un ritmo evolutivo diferente. Que hay que acompañar. Y si los presionamos demasiado lo único que vamos a conseguir es generarles a ellos frustración, por entender lo que les estamos pidiendo pero no poder hacerlo. O frustrarnos nosotros, por intentar sin éxito generar un cambio que no llega.

El control de Esfínteres NO SE APRENDE. No es algo que yo puedo incorporar si le pongo voluntad o ingenio, si me interesa o si me lo enseñan bien. Como aprender a leer o aprender a cantar. El control de esfínteres SE DESARROLLA, según el ritmo evolutivo de cada niño. Aunque vos como mamá o papá no hicieras absolutamente NADA para enseñar control de esfínteres a tu hijo, él o ella lo desarrollaría igual, salvo que hubiera un problema fisiológico o neurológico.

Lo que si va a aprender es a dónde ir al baño y rituales asociados como lavarse las manos y si la pasa bien o no yendo al baño.

Otro tema importante es el de entender que el control de esfínteres no se adquiere en una fecha. “Este es el día que dejaste los pañales”. Si no que es un proceso que comienza aproximadamente a los 2 años y finaliza, según el niño, a los 5 o 6 años de edad.

A los 2 años el niño comienza a percibir que tiene ganas de hacer pipí antes de hacerse encima. A los 3 años maneja bien el contener el pipí pero solo durante algunos minutos, no mucho tiempo Si quieren saber el dato estadístico se los puedo decir: la edad promedio en la que se dejan los pañales son los 3 1/2 años, con lo cual a bajar las ansiedades.

Recién a los 5 o 6 años es cuando el proceso de evacuar, retener o inhibir las ganas de hacer pipí o popo está 100% completo.

¿CUÁNDO ES EL MEJOR MOMENTO?

Hay un mito popular que siempre escuchamos los papás y mamás de bebés y niños pequeños: “el mejor momento para dejar los pañales es el primer verano después de los 2 años”. Este dicho es absolutamente falaz. El mejor momento para caminar no es a los 12 meses, sino cuando el niño está preparado, antes o después.

El mejor momento para andar en bicicleta no es a los 6 años, sino cuando el niño está preparado antes o después. El mejor momento para dejar los pañales no es el verano después de los 2 años, sino cuando el niño está preparado.

SEÑALES DE QUE ESTÁ PREPARADO 

• Cuando notamos los pañales secos durante cada vez más tiempo. Eso significará que su esfínter urinario está más maduro y él o ella cada vez más consciente de la regulación de su función.
• Cuando empecemos a ver pañales secos luego de las siestas e incluso luego de la noche. El momento para sacar los pañales de noche es cuando amanecen secos, no antes!
• Que se esconda para hacer sus necesidades. Esto significa que aunque el control de esfínteres biológico no esté aún maduro, su comprensión sobre la intimidad del hecho y cómo se hace para ir al baño está adquirida.
• Que te diga cuando está haciendo pipí en sus pañales, en el momento que lo está haciendo.
• Que su interés por lo que vos o sus hermanos están haciendo en el baño aumente, quiera entrar con vos, te pase papel, quiera mirar y tirar la cadena. Todo eso es normal.
• Que tu hijo te pida directamente que quiere que le saques los pañales. 
• Que sienta asco o rechazo por el pañal sucio y quiera que de inmediato se lo retires.
• Que pida hacer pipi o popo como sus hermanos u otros niños mayores, que vea otros formatos que no son el para y que manifiesta que el o ella también quiere experimentar esto.

COSAS NORMALES QUE NO DEBEN ASUSTARTE 

• Que no deje los pañales a los 2 años. O el verano siguiente a los 2 años. Seguimos escuchando sus señales hasta encontrar el mejor momento.
• Que logre primero la conquista del pipí antes que del popo. Es un fenómeno biológico y también psicológico, está programado de esa forma. Primero el más fácil, luego el más difícil.
• También se logra el control de esfínteres primero de día y muchos meses o incluso algún año después la noche. No te preocupes es normal y le sucede a la inmensa mayoría de los niños.
• Que eventualmente tenga un accidente y se le escape el pipi o el popo. Recordá que es un proceso y puede pasar bastante tiempo hasta que se consolida.

ATENCIÓN: La conducta del adulto ante estas reacciones nunca debe ser castigar, avergonzar o retar. Debemos evitar las frases como: "¿Por qué te volviste a hacer? ¡Qué cochina sos! ¿Cuándo vas a aprender? Hoy no va a haber postre porque te hiciste encima, ¡me tenés harta!

El proceso es largo. Y no debería ser dramático ni tomarlo tan a la tremenda, porque como te dije anteriormente igual lo va a lograr. Si ocurre un accidente, nada, con calma, con naturalidad, lo ayudamos a cambiarse, un besito y a seguir jugando.

CONSEJOS PARA PADRES 

1. Esperar al ritmo de tu pequeño (eso ya lo dijimos, ¿no?)

2. Comprar todo el equipo que vas necesitando con ayuda de tu hijo o hija. Involucrarlos, hacerlos participar, dejarlos tomar sus propias elecciones. Por ejemplo, si vas a encargar una pelela por internet podes dejar que el o ella la elija y luego cuando llega por correo la abren juntos. Que participe en la elección de su ropa interior.

3. En cuanto al equipo, tenés que probar lo que tu hijo acepte mejor o se incline naturalmente a usar. Pero mucho más que pelela y adaptador de inodoro no hay. Con eso es más que suficiente. Si tu pequeño quiere usar la pelela o el inodoro pero con el pañal puesto está bien, es parte de ir descubriendo esos objetos.

4. Festejar sus logros. Dijimos anteriormente que no íbamos a castigar ni criticar nunca los pasitos hacia atrás que pueda dar. Pero siempre vamos a celebrar juntos sus logros. Unos stikers o bocaditos son un premio que a cualquiera pone más que feliz! Pero, no te excedas porque lo que ocurre después es que va a querer todo el tiempo el premio.

5. El juego simbólico. Desde temprano es bueno que vos juegues con tu hijo a ir al baño imaginariamente. Tener la pelela cerca y aunque él o ella todavía no la use, que juegue con ella, se tiene que familiarizar con el objeto. Y eventualmente también puede jugar a que sus muñecos o peluches la usan, van al baño, se secan con papel, se lavan las manos. Hacen todo el proceso.

6. Toallas desinfectantes por si tenés que usar un baño público algún día. Y toallas húmedas para limpiar cualquier salpicadura, manitos o lo que sea necesario. Siempre en la cartera y te salvan de cualquier situación.

7. Otro consejo es no ser insistente. Estar todo el día preguntándoles ¿necesitas ir al baño, te estás haciendo? Si sos insistente le enseñás que sos vos quién está a cargo y, en realidad, lo que queremos enseñarles es que ellos sepan que van a poder tener el control. 

8. Mantené el optimismo y el buen humor. No querés que lo que tu hijo o hija aprenda sobre ir al baño sea una experiencia estresante, tensa o a la fuerza. Sirve mucho darles alternativas: ¿querés en la pelela o el inodoro? No pierdas de vista que la experiencia debe ser relajada y agradable. Dure lo que dure. Si tu hijo los ve a ustedes alegres y orgullosos de sus avances, de cómo están creciendo y de que lo están intentando; va a
contagiarse de esa energía.