Conocé a Raúl, el hombre detrás de los mensajes de fe que decoran Mendoza

La mayoría de los mendocinos conoce su trabajo, si viniste al centro alguna vez, si fuiste al Notti, al hospital Italiano, sus carteles están allí, en un poste. Miles de frases escritas en cartón, colocadas por una persona.

Raúl Venier es el hombre que está detrás de estas pancartas, las cuales con sus mensajes con frases bíblicas han conmovido a cientos de mendocinos y, según su propio relato, ayudado, a algunos, a superar graves crisis.

La historia de este maipucino –vive en Rodeo del Medio– con este "trabajo" se remonta a una década. Promediando el 2008, recibió un "llamado de Dios" que lo motivó a escribir carteles con frases de la biblia para pegarlos en Mendoza y de esa forma contribuir con la difusión del mensaje.

Raúl que actualmente tiene 70 años, es divorciado y padre de dos hijos, Germán y Carolina, está jubilado y por ello invierte la mayor cantidad de tiempo a realizar esta tarea que según él, le fue encomendado por Dios.

Para realizarlo, prevé que en las calles haya la menor cantidad de gente posible para trabajar tranquilo y por ello se lo puede ver durante las madrugadas colocando los carteles que fabrica con precisión de artesano con anterioridad en su casa.

Consultado por Canal 9 de por qué realiza esta acción, Raúl simplemente contestó que lo hace "porque la gente lo necesita" e inmediatamente recordó una anécdota que lo impulsa a diario y que trata sobre un joven que se conmovió de tal manera con un mensaje escrito por él que abandonó sus pensamientos depresivos y cambió su rumbo de vida.

Este maipucino, como miles de argentinos, vivió la crisis del 2001 en carne propia y perdió una propiedad que tenía a su nombre. Situación que lo aferró aún más a la fe y lo predispuso a difundir la palabra de Dios.

En este arduo trabajo refirió también que tiene sus detractores pero los invitó a conocerlo y a compartir una charla para derribar paredes.

Raúl también pertenece a la iglesia evangélica "Jesús te ama" ubicada en la calle Lavalle de Ciudad donde cumple su función como ujier, acomodando a los fieles que van al lugar y visitando enfermos.