Justin Timberlake tuvo su revancha tras el escándalo que provocó su show del 2004 en el Super Bowl, donde tocó junto a Janet Jackson y escandalizó a todo el mundo al quitarle parte del vestuario a la hermosa cantante.
Este fue el polémico show del 2004.
Esta vez, desde Minneapolis, Justin presentó un show que ha recibido sólo buenas críticas al cantar sus canciones más famosas y rendir un conmovedor tributo a Prince, quien nació en esa ciudad en 1958 y falleció el 21 de abril del 2016.
Uno de los momentos más esperados en un Super Bowl es el "Half Time Show", el espectáculo del entretiempo. En la edición 52, Justin Timberlake hizo un gran homenaje al creador de Purple Rain, uno de los más grandes músicos estadounidenses de todos los tiempos. El U.S. Stadium se llevó un sabor agridulce por los problemas de sonido y el emotivo tributo al mejor artista oriundo de Minneapolis.
La actuación del músico y bailarín inició con su último sencillo "Filthy", y continuó con una catarata de sus grandes de éxitos como "Sexy Back", "Mirrors" y "Rock your body" entre otros. En la mitad de su espectáculo, se vivió el momento más emotivo, cuando hizo su homenaje a Prince.
En una tela gigante se proyectó la imagen del legendario músico que murió en 2016, a los 57 años. Timberlake simuló un dúo con él mientras tocaba el piano. Se pudo ver a la ciudad de Minneapolis tiñéndose de púrpura -en honor a su máximo hit- un holograma gigante de Prince, nacido allí en 1958, acompañaba a la estrella del pop actual.
En el cierre del espectáculo, Justin Timberlake interpretó "Can't stop the feeling", uno de sus últimos sencillos más exitosos. Apoyado por sus bailarines, caminó por las gradas y cerró su show junto al público que asistió a la histórica victoria de los Patriots sobre los Eagles.
Todos los presentes en el U.S. Bank Stadium estaban de pie para entonar el himno de los Estados Unidos. En el centro de la escena se encontraba Pink, la famosa artista elegida para interpretar la canción patria en la previa del partido entre New England Patriots y Philadelphia Eagles. Todas las miradas puestas en ella. Y la cantante tuvo un desagradable gesto.
Justo antes de empezar a entonar la primera estrofa, y con la cámara tomándola en primer plano, Pink se quitó un chicle de la boca, un gesto que fue muy criticado en los medios y en las redes sociales.