(Por Eva Rodríguez)
Si el sexo dejó ser especial en tu pareja, esta nota es para vos.
Vivimos vidas tan agitadas, tan llenas de trabajo, ocupaciones, gente y proyectos. Todo esto nos requiere tanta energía, que muchas veces el momento del encuentro en la cama se siente más como un “trabajo” que como un placer.
Si estás esperando que tu deseo sexual surja después de un día agotador, cuando ya te pusiste el pijama, todavía tenés que lavar los platos y mañana 6.00 am te tenés que levntar, va a ser muy difícil que tu cuerpo se ponga de acuerdo con tu cabeza y trabajen en equipo.
Hay que dejar espacio para el sexo. Priorizarlo antes que otras actividades. Aunque estés pensando… ¿¡pero cómo le voy a quitar la espontaneidad al sexo?! Pensá que si no dejas lugar en tu agenda para hacerte el hábito de encontrarte con tu pareja terminas poniendo otras cosas antes.
Quiero que hagamos juntos un ejercicio de memoria: cuando estabas conociendo a tu pareja, ¿cuánto tiempo invertías en pensar como sorprenderlo? ¿Cuántas cosas locas y divertidas te animaste a hacer con tal de darle a entender que te gustaba? ¿cuántos gestos románticos y seductores tenías?
Volvamos al presente, ¿algo de eso perdura? El sexo es mucho más que: juego previo - coito - orgasmo. De hecho, mientras más picardía, sensualidad, y coqueteo le pongas al día a día mejor preparados van a llegar al encuentro.
La seducción es sinónimo de aumento del deseo sexual. A veces, simplemente alcanza con un beso, caricia, algunas palabras o detalle. Y otras podés animarte a mucho más.
Para poder disfrutar planamente del sexo debemos conocernos primero a nosotros mismos. Es muy importante conocer tu propio mapa sexual: qué te gusta, que te enciende, cómo te gusta que te toquen y como no.
Consejo: explora, experimenta sin vergüenza y conoce tus gustos personales. El placer sexual es un regalo de la naturaleza, no algo que debiera darte culpa.
¿Hablas realmente en detalle con tu pareja sobre sexo? Charlan, investigan, se cuentan ideas, propuestas, intereses, fantasías?
A veces esperamos que mágicamente nuestra pareja sepa (sin que salga de nuestros labios) que es lo que nos gusta. TODOS SOMOS DIFERENTES. Por lo que en las relaciones sexuales aparecerán diferentes gustos e intereses. Y acá no importa cuánta experiencia tengas, sin comunicación no vas a saber que le gusta a esa persona que tenés enfrente.
Recuerden que el sexo es un lenguaje, por lo tanto, deben que aprender a hablarlo juntos.
Pensá que si vos a tu pareja le decís: por favor no me hables así, o me encanta como explicaste tal tema. Lo mismo aplica para el sexo.
Decile chau al miedo, chau a la vergüenza o la idea de que el otro puede pensar algo raro de vos. Se trata de crear complicidad entre ambos.
El buen sexo está INDISCUTIBLEMENTE ligado a la imaginación y la creatividad. Principales enemigos: aburrimiento, rutina y pereza. Estos enemigos aparecen en el mismo momento en que empezamos a repetir siempre la misma fórmula. Mismo lugar, misma hora,
misma posición, misma manera.
No es necesario que te vuelvas loco, no estoy hablando de nada tan espectacular, Simplemente introducir un poco de ganas y dedicación. Algunos juegos e intentos nuevos que te hagan salir de la monotonía.
No hacen falta dispositivos caros, viajes ni dinero. El buen sexo en pareja es gratis y maravilloso. Y si es con cariño y amor, ¡mucho mejor!
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